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Neutropenia febril

Carmen L. Avilés L.

Neutropenia corresponde a la presencia de neutrófilos totales

1.000 considerándose de

riesgo el recuento

500 cel/mm

3

, y se denomina fiebre a una medición de temperatura axilar

38,5ºC o dos registros

38ºC en un periodo de dos horas.

Los pacientes oncológicos con neutropenia febril (NF) representan un grupo heterogéneo

que evoluciona de manera diferente según las características de la enfermedad de base y de las

complicaciones asociadas. Las complicaciones infecciosas durante la neutropenia inducida

por la quimioterapia siguen siendo la mayor causa de morbimortalidad en los pacientes con

patología oncológica, por lo que la neutropenia febril (NF) se considera una emergencia

médica.

En la evaluación inicial, se sugiere exámenes de laboratorio incluyendo hemograma con

conteo diferencial completo y plaquetas, creatininemia, nitrógeno ureico, electrolitos

plasmáticos, enzimas hepáticas y bilirrubina total. Cultivos de orina, faringe, coprocultivo con

diarrea y cultivos de sitios donde se sospeche infección, radiografía de tórax y al menos 2

muestras de hemocultivos son recomendables previo al inicio de antibióticos, con

hemocultivo de cada lumen de catéter venoso central si éste está presente y uno por

venopunción periférica simultánea (hemocultivos sometidos a tiempo diferencial) o dos

muestras de sitios diferentes por punción venosa periférica si no tiene CVC. En base a los

antecedentes y exámenes se definen dos grandes grupos de NF los de alto y bajo riesgo de

infección bacteriana invasora (IBI) en los cuales la conducta terapéutica es más o menos

agresiva.

La identificación microbiológica en el grupo PINDA (Plan Nacional de Drogas

Antineoplásicas) en la Región Metropolitana el año 2004 a 2009 con 839 episodios de NFAR

(Neutropenia Febril Alto Riesgo), mostró infección clínicamente documentada en 297 (35%),

microbiológicamente documentada en 291 (35%) y 251 (30%) tuvo fiebre de origen

desconocido. Los focos clínicos más frecuentes fueron respiratorio bajo 25%, digestivo 17%,

piel y tejidos blandos 16%, mucosas 15%, respiratorio alto 15%, genitourinario 10% y otros

2%. Los sitios de aislamiento en orden de frecuencia fueron sangre 51%, orina 17%, aspirado

nasofaríngeo (ANF) 11%, piel y tejidos blandos 10%, deposiciones 4%, lavado

broncoalveolar (LBA) 2% y otros 5%. Los microorganismos aislados fueron 334:

Escherichia

coli

58 (17%),

Staphyloccocus

coagulasa negativo 51 (15%),

Pseudomonas aeruginosa

40

(12%),

Staphylococcus aureus

35 (10%),

Streptococcus

viridans

29 (9%), virus respiratorio

sincicial 19 (6%),

Klebsiella

spp

.

13 (4%),

Candida

spp. 11 (3%),

Enterobacter

spp 10 (3%),

virus influenza 9 (3%),

Enterococcus spp.

8 (2%), otros 51 (16%) , sin mostrar un predominio

de bacterios Gram positivos o negativos.

En esta serie se identificó un foco de infección ya sea clínico o microbiológico como causa

de fiebre en 70% de los episodios y una identificación microbiológica en el 35%, e

internacionalmente se identifica foco del 21% al 60% y en 17% a 35% se identifica la

bacteriemia, por lo tanto la presencia de fiebre en el contexto de neutropenia, se debe en un

porcentaje significativo de los casos de alto riesgo, a una infección bacteriana, siendo las

infecciones por virus y hongos, una causa menos frecuente de enfermedad.

En los episodios de bajo riesgo la recuperación bacteriana es mínima (1%-2%). La

mortalidad global es de 3% a 4%, y se concentra en el grupo de alto riesgo.