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En niños menores la ITU sigue siendo una causa importante de SFP especialmente
lactantes y preescolares, en los cuales es característica la ausencia de síntomas, dificultando la
sospecha clínica, por lo que debe ser considerada dentro de las causas de SFP, aun en
presencia de un sedimento de orina normal. En la infección por virus Epstein Barr (VEB) el
diagnóstico se realiza habitualmente en forma precoz por los hallazgos característicos de esta
enfermedad y se prolongan aquellos casos con ausencia de síndrome mononucleósico clásico,
más frecuente a edades menores. En SFP los casos sin diagnóstico etiológico definitivo están
influenciados por la limitación de recursos disponibles para estudios más específicos en
nuestro medio y que éstos se realizan sólo frente a sospecha clínica fundada.
En grandes líneas la mayoría de los niños con SFP tendrá una causa identificable, a pesar
de las variaciones entre los diversos estudios, 35%-50% tendrá una infección, 30% permane-
cerá sin diagnóstico (la mayoría de éstos se resuelve antes que se pueda llegar a este), 20%
tendrá una enfermedad reumatológica, autoinflamatoria o granulomatosa, 10% tendrá una
neoplasia y 5% o menos una patología rara.
El enfrentamiento diagnóstico en pacientes con SFP debe incluir exámenes básicos o de
primera línea:
Historia acuciosa
Examen físico repetido
Hemograma completo
Bioquímica sanguínea
Orina completa, sedimento y urocultivo
Radiografía de tórax
Proteína C reactiva
IgM Epstein Barr.
Hemocultivos sin terapia antimicrobiana
Serología para enfermedad del arañazo de gato
Serología para parvovirus
Serología para micoplasma
PPD y baciloscopias
ASLO (antiestreptolisina O)
Antigenemia para CMV o reacción de polimerasa en cadena (RPC)
Anticuerpos antinucleares
Factor reumatoide
Electroforesis de proteínas
Tomografía axial computarizada (TAC) o ecografía de abdomen, pelvis, cardiaca, cavidades
perinasales (CPN) u otros órganos
Anticuerpos VIH
Láctico deshidrogenasa (LDH)
Inmunoglobulinas séricas
Dado la amplia variedad de etiologías posibles, no deben usarse antibióticos empíricos a
menos que haya una fuerte sospecha de infección bacteriana seria no tratada.
Si los resultados de los exámenes no ayudan a formular un diagnóstico y el paciente
continúa febril, se repite el examen físico e historia detallada y continúa una segunda etapa en
que se realizan, según la orientación en la evolución de síntomas y signos:
Resonancia magnética (RN)
Cintigrafía ósea
Mielograma y mielocultivo
Estudio líquido cefalorraquídeo (LCR)
Enfermedades infecciosas