

207
– Estado anabólico o de rápido crecimiento celular (recuperación nutricional).
Hipocalemia con K corporal total disminuido
– Ingreso deficiente (pacientes con alimentación pobre en potasio).
– Pérdidas digestivas (diarrea, vómitos).
– Pérdidas renales: Aumento de la actividad mineralocorticoidea. Hiperaldosteronismo
primario. Síndrome de Cushing. Síndrome de Bartter, estenosis de arteria renal. Uso de
diuréticos. Nefropatía perdedora de sal. Hipercalcemia. Acidosis tubular renal. Poliuria.
Hipomagnesemia.
– Pérdidas por sudor.
Diagnóstico
– Repetir determinación, descartar pseudohipocalemia y evaluar con ECG.
– Revisar historia clínica que permita precisar o descartar causas extrarrenales.
– Descartar hipocalemia por redistribución.
– Hipocalemia más hipertensión debe hacer plantear presencia de hiperaldosteronismo.
– Medir excreción de K en orina de 24 hrs:
- <25 a 30 mEq/día = <Disminución ingesta. Pérdidas gastrointestinales. Diuréticos
- >25 a 30 mEq/día = >Pérdida renal de K. Determinar magnesio, calcio, gases.
– Determinación de aldosterona y actividad de renina plasmática.
Tratamiento
El pilar del tratamiento en una hipocalemia verdadera, es la administración de KCl. Deben
corregirse en forma simultánea otras alteraciones metabólicas asociadas como
hipomagnesemia o hipocalcemia.
En general, la corrección de la calemia se puede lograr rápido, sin embargo, la
administración de KCl se debe mantener por 5 a 7 días para repletar la célula.
En pacientes que se alimentan y tienen buena tolerancia digestiva, se puede utilizar la vía
oral, aportando 2 mEq/kg/día de K además de su requerimiento basal.
Si no es posible utilizar la vía oral, o si la hipocalemia es menor de 2,0 mEq/l, se debe
utilizar la vía intravenosa, cuidando que la concentración de K en la mezcla no sea superior a
50 mEq/l cuando se está utilizando una vía periférica, dado que concentraciones mayores
provocan esclerosis del vaso.
Si el aporte de K requerido supera la capacidad que permite la vía periférica y la situación
clínica lo justifica, se pueden utilizar concentraciones mayores (100-150 mEq/l de solución)
por vía femoral o subclavia, evitando los accesos con directo contacto cardíaco por el riesgo
de arritmias. La velocidad de infusión de K puede tener un máximo de 10 a 20 mEq/hora/1,73
m
2
. Es necesario monitoreo cardíaco permanente, con control de calemia c/4 a 6 horas.
Superada la emergencia, se continúa con K oral o utilizando ambas vías.
HIPERCALEMIA
Es la concentración de K en plasma sobre 5,5 mEq/l. Para evaluar adecuadamente la
severidad de la hipercalemia debe efectuarse en forma concomitante un ECG. Clasificación:
– Hipercalemia leve: K de 5,5 a 6,5. Sin alteración ECG.
– Hipercalemia moderada: K de 6,5 a 7,5 y/o alteraciones ECG mínimas (onda T alta).
– Hipercalemia severa: K mayor de 7,5 y/o alteraciones ECG más severas.
Alteraciones del metabolismo hidrosalino y ácido base