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Cocaína, marihuana y tabaco: Efecto fetal
Jaime Valderas J.
Los efectos del consumo de estas drogas ilícitas y el tabaco durante el embarazo son de
reconocida importancia y se asocian a una significativa mayor morbimortalidad materna y
fetal. Este efecto depende de la cantidad, frecuencia, duración y momento del embarazo en
que son consumidas.
En Chile, según cifras del noveno estudio nacional de drogas del Servicio Nacional para la
Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) del año 2010, las
drogas ilícitas más consumidas siguen siendo marihuana, clorhidrato de cocaína y pasta base
de cocaína, especialmente en población adolescente (12 a 18 años) y joven (19 a 25 años), sin
diferencias significativas al comparar hombres y mujeres. Un estudio realizado por la
Asociación Chilena de Seguridad en 2009 reveló en la población laboral, una prevalencia de
uso de drogas ilícitas de 7,3%; todo esto lleva a inferir que la exposición prenatal a estas
drogas es un problema prevalente en nuestra población. El determinar fehacientemente el rol
de estas drogas en la ocurrencia de eventos específicos es muy difícil dado que el contexto
biopsicosocial de estos pacientes es complejo, conjugándose otros factores como bajo nivel
sociocultural, deprivación afectiva, malnutrición materna, patología psiquiátrica, violencia
intrafamiliar, uso y abuso de otras sustancias (psicofármacos, alcohol, por ejemplo), mal
control obstétrico, entre los más importantes.
COCAÍNA
Efectos asociados
– Complicaciones obstétricas: Mayor incidencia de parto prematuro (17%-29%), placenta
previa (2%-15%) y aborto espontáneo, especialmente en consumo dentro del primer trimestre
de embarazo.
– Crecimiento pre y posnatal: Es en esta área donde los diferentes estudios coinciden en sus
hallazgos. La relación con restricción de crecimiento intrauterino (RCIU), bajo peso y talla
de nacimiento y menor edad gestacional es muy importante, llegando a 500 g, 1,5 cm y 1,2
semanas menos, respectivamente, en relación a la población no expuesta, con una incidencia
estimada entre 25% y 48%. Este efecto persiste durante el periodo posnatal constituyendo
una verdadera restricción del crecimiento extrauterino, especialmente en crecimiento
ponderal, hecho observado hasta, al menos, los 11 años de edad, con la secuela pondoestatural
correspondiente.
– Sistema nervioso: En 16% de los recién nacidos (RN) expuestos, el perímetro craneal es 0,5
cmmenor que un RN no expuesto, lo que significa una pérdida importante de masa cerebral.
Este efecto se mantiene a lo largo del desarrollo ya que en esta población existe una alta
frecuencia de microcefalia en la etapa prescolar y escolar.
Se puede encontrar anormalidades de la línea media, esquisencefalia, lisencefalia y
heterotopias neuronales, trastornos neurocognitivos y retraso del desarrollo psicomotor
(RDSM). Estas alteraciones persisten durante etapas posteriores del desarrollo, especialmente
en las áreas de lenguaje y cognitiva (menor coeficiente intelectual). Durante la vida adulta
puede presentar trastornos afectivos, dificultades en el establecimiento de vínculos e incluso