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glias. También disminuye el flujo de la arteria umbilical, reduce la síntesis proteica, altera
niveles hormonales y señales de factores de crecimiento y aumenta el estrés oxidativo. Se ha
demostrado que el alcohol inhibe en forma competitiva la enzima que transforma retinol a ácido
retinoico, metabolito que modula los genes que regulan el desarrollo y produce déficit de folato,
también fundamental en las etapas iniciales del periodo embrionario.
La gran mayoría de los estudios con resonancia nuclear magnética en niños con exposición
prenatal a alcohol muestran reducción del volumen cerebral y cerebelar, menor volumen de
sustancia gris y especialmente de sustancia blanca y agenesia total o parcial o adelgazamiento
del cuerpo calloso, estructura que parece ser especialmente sensible a los efectos del etanol.
También describen frecuentemente disminución del tamaño del hipocampo, núcleo caudado y
ganglios basales, alteraciones talámicas y de la amígdala. Los lóbulos frontales son los más
afectados, aunque con frecuencia afecta los lóbulos parietales y temporales. Si bien se ha
descrito clásicamente que a mayor compromiso de las características faciales el compromiso
cerebral podría ser más grave, se ha observado alteraciones funcionales y estructurales en
niños con y sin dismorfia facial.
Comprender los complejos mecanismos patogénicos del alcohol en el embarazo, es
fundamental para lograr intervenciones exitosas pero ha sido muy difícil, sobre todo porque es
muy improbable que solo uno sea el responsable de los variados efectos observados en el
desarrollo embrionario y fetal. Una pregunta fundamental a la que están dirigidas muchas de las
investigaciones actuales, es cómo los factores genéticos y las modificaciones epigenéticas
interactúan con la exposición a alcohol de los tejidos en desarrollo. Sabemos que el efecto
depende en forma muy importante del momento del desarrollo en que se produce la exposición,
ya que hay periodos críticos de vulnerabilidad y se ha descrito daño por alcohol aun en la etapa
de preimplantación, incluyendo la exposición de las células paternas. También influye la forma
de beber de la embarazada, la dosis, la duración del consumo y la susceptibilidad individual de la
madre y del niño. Los factores genéticos, nutricionales y la exposición a otras drogas tienen un
rol significativo en la severidad de la toxicidad del alcohol.
Es muy difícil establecer las cantidades que constituyen riesgo, porque depende de
múltiples factores y se ha descrito efectos con ingestas mínimas. El crecimiento intrauterino se
afecta más por el consumo continuo; si la exposición es en el primer trimestre del embarazo se
produce retardo del crecimiento intrauterino simétrico (peso, talla y circunferencia craneana
afectados), si es en el segundo o tercer trimestre compromete más el peso y tiene más
posibilidades de recuperación. El sistema nervioso central se puede ver afectado con cualquier
forma de consumo materno y sin capacidad de recuperación, pero se deteriora más con la
ingesta de grandes cantidades ocasionales. Los efectos morfológicos en otros sistemas
(especialmente cardíaco, urogenital y musculoesquelético) también son permanentes y
dependen del momento de gestación en que son afectados por el alcohol.
La raza, edad, ocupación y clase social influyen en el hábito de beber de las mujeres. Es
más probable que las bebedoras también consuman tabaco y drogas y que sufran otros
problemas ambientales durante su embarazo. Las mujeres que beben en forma excesiva y/o
son alcohólicas, son menos capaces de proporcionar un ambiente óptimo a su hijo. El apoyo
social, el nivel de estrés y la estructura familiar también afectan el progreso de este niño, ya
vulnerable por su exposición prenatal.
Prevención
Lo óptimo sería eliminar el alcohol durante el embarazo. No se ha establecido una dosis
segura. La Academia Americana de Pediatría recomienda la abstención del consumo de
alcohol en mujeres embarazadas o que estén planificando un embarazo. Más aún, la
recomendación debiera incluir a todas las mujeres con posibilidad de embarazarse. Es
Neonatología