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Guías de Práctica Clínica en Pediatría
Extrasístole auricular o supraventricular: Aparición de onda P y complejo QRS precoz,
seguida de pausa compensatoria incompleta, el largo de 2 ciclos incluyendo el prematuro es
menos a los 2 ciclos previos. Ocasionalmente, un extrasístole auricular puede no estar seguido de
un complejo QRS. Se observan en RN y niños sanos, posoperados cardíacos, alteraciones
electrolíticas y también en toxicidad por digital. No tiene significancia clínica y no requiere
tratamiento a excepción de la intoxicación por digital.
Flutter auricular: Es caracterizado por ondas P con morfología de serrucho con una FC
alrededor de 300 lpm y una respuesta ventricular variable según el grado de bloqueo, desde 2:1
hasta 5:1. Los complejos QRS son normales. Las causas más frecuentes son congénitas,
enfermedades cardíacas estructurales que incluyan dilatación de las aurículas o cirugía sobre las
aurículas (Mustard o Senning, Fontan o defectos septales auriculares) y miocarditis. La repercusión
clínica depende de la frecuencia ventricular y de la situación hemodinámica previa del paciente.
Tratamiento
– Digitalización, aumenta el grado de bloqueo auriculoventricular y enlentece la frecuencia
ventricular. Puede asociarse propanolol oral.
– Amiodarona puede ser más efectiva que digital para convertir a ritmo sinusal endovenosa.
Bolo ev de 5 mg/kg en 1 hora y luego infusión ev continua de 10 mg/kg/día.
– Cardioversión eléctrica es necesaria en caso de compromiso hemodinámico o por falta de respuesta
a la cardioversión farmacológica. Previo a la cardioversión se debe descartar la presencia de
trombos auriculares mediante ecocardiografía, además de iniciar tratamiento anticoagulante.
– Estimulación auricular por vía transesofágica o transvenosa es otra técnica de cardioversión.
– Posteriormente debe iniciarse tratamiento médico y/o ablación por radiofrecuencia para
prevenir las recurrencias.
Fibrilación auricular: El mecanismo de esta arritmia es un movimiento circular al igual que
en el flutter. Se caracteriza por una frecuencia auricular extremadamente rápida de 350 a 600 lpm
y una respuesta ventricular irregularmente irregular con complejos QRS normales. Las causas de
la fibrilación auricular son cardiopatías congénitas que se asocian a dilatación de las aurículas,
miocarditis, intoxicación por digital o cirugía previa sobre las aurículas. Se produce disminución
del débito cardíaco por pérdida de la contracción auricular y por la frecuencia ventricular rápida.
Tratamiento
– Si la fibrilación auricular está presente por más de 48 horas, se debe iniciar tratamiento
anticoagulante por 3 semanas para prevenir el riesgo de embolización previo a la
cardioversión. Posteriormente la anticoagulación se mantiene por al menos 4 semanas.
– Digoxina y propanolol se utilizan para disminuir la frecuencia ventricular.
– Cardioversión farmacológica con otros antiarrítmicos como quinidina, procainamida,
flecainide o amiodarona.
– Los pacientes con fibrilación auricular crónica deben mantener tratamiento anticoagulante
para disminuir el riesgo de tromboembolismo.
Taquicardia supraventricular: En este tipo se incluyen 3 tipos de taquicardia: Taquicardia
auricular, taquicardia nodal y taquicardia por reentrada aurículo-ventricular. La mayoría son
por reentrada auriculoventricular.
La FC es extremadamente rápida y regular (240
±
40 lpm). La onda P habitualmente no es
visible y los complejos QRS son normales.
– La taquicardia supraventricular (TPSV) por reentrada es la taquiarritmia más frecuente en
la edad pediátrica. Es de inicio y término súbito. El mecanismo involucra la presencia de 2
vías de conducción eléctrica, una el nódulo auriculoventricular y la otra un haz accesorio o
una vía en el nódulo AV con propiedades eléctricas diferentes (vía nodal doble).