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Trastornos del ritmo
Claudia García C.
Los trastornos del ritmo son relativamente infrecuentes en niños, sin embargo, deben ser
reconocidos por el pediatra y el intensivista, para realizar el diagnóstico y tratamiento básico.
Constituyen 5%-15% de las consultas en cardiología. Las taquiarritmias constituyen 2% de consultas
en servicio de urgencia. La frecuencia cardíaca (FC) varía con la edad siendo ésta más alta en recién
nacidos (RN) y lactantes, y menor en escolares y adolescentes. Se define taquicardia si la frecuencia
es mayor del límite superior para la edad y bradicardia si es más lenta que el límite inferior para la
edad. Los distintos trastornos del ritmo serán analizados de acuerdo al sitio donde se originan.
Trastornos del ritmo que se originan en el nódulo sinusal
Para catalogar un ritmo como sinusal debemos observar en el trazado ECG: Onda P que
preceda a cada complejo QRS con un intervalo PR regular y un eje de onda P entre 0
°
a 90
°
,
esto produce una onda P positiva en DII y AVF y negativa en AVR.
Taquicardia sinusal: La FC es más rápida que el límite normal para la edad, mayor de 140 latidos
por minuto (lpm) en escolares y de 160 en lactantes. Amenudo es menor de 200 latidos por minuto.
Es secundaria a fiebre, ansiedad, hipovolemia, shock, anemia, insuficiencia cardíaca, hipertiroidismo,
administración de catecolaminas. El tratamiento va dirigido a la causa que lo origina.
Bradicardia sinusal: Ritmo sinusal con FC más baja que el límite normal para la edad,
menor de 80 lpm en RN y de 60 lpm en escolares. Puede ocurrir en personas normales, en
deportistas o por tono vagal aumentado. Puede ser secundaria a hipertensión endocraneana,
hipotiroidismo, hipotermia, hipoxia, hiperkalemia, efecto digital y beta bloqueadores. El
tratamiento va dirigido a la causa que lo origina.
Arritmia sinusal: Variación de la frecuencia cardíaca sinusal en relación a estimulación
vagal con la exhalación. Es un fenómeno normal, sin significancia clínica, que no requiere
tratamiento ni estudio etiológico.
Pausa sinusal: El nódulo sinusal transitoriamente disminuye su actividad, resultando en
ausencia de onda P y complejo QRS por un corto periodo de tiempo, a diferencia del paro sinusal
que es más prolongado y usualmente aparece un latido nodal de escape. Se debe a un aumento
del tono vagal, hipoxia, toxicidad por digital y menos frecuentemente por enfermedad del nódulo
sinusal. En general no tienen significancia clínica, pero si son prolongadas pueden comprometer
el débito cardiaco. No requiere tratamiento a excepción de la enfermedad del nódulo sinusal.
Enfermedad del nódulo sinusal: El nódulo sinusal disminuye su actividad y pierde la función de
marcapaso dominante del corazón o la realiza más lento resultando en una variedad de arritmias
que incluyen bradicardia sinusal, pausa o paro sinusal, ritmo de escape nodal lento, extrasístoles
auriculares o nodales, flutter o fibrilación auricular, taquicardia supraventricular o braditaquicardia.
Las causas más frecuentes son miocarditis o posoperatorio (con compromiso auricular).
Ritmos que se originan en la aurícula
Se caracterizan por la presencia de onda P de morfología diferente, a menudo con eje anormal
seguida de complejo QRS normales y ocasionalmente bizarros por aberrancia de conducción.