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Guías de Práctica Clínica en Pediatría
Por inmunofluorescencia se observan depósitos de IgA en el mesangio del glomérulo.
– Otras manifestaciones clínicas menos frecuentes:
Cefalea, hemorragias del SNC,
hipertensión, trombocitosis, déficit de factor VIII, déficit de vitamina K e hipotrombinemia,
neumonía intersticial, hemorragia pulmonar, hematoma escrotal, torsión testicular, etc.
Diagnóstico
El diagnóstico es principalmente clínico. Es esencial el examen físico, buscando lesiones
en piel, edema, alteraciones articulares, dolor abdominal, alteraciones neurológicas, etc.
Con respecto al estudio no hay exámenes característicos de la patología. Sin embargo
pruebas complementarias ayudarían a optimizar el manejo
Los estudios de laboratorio complementan la clínica y permiten evaluar riesgo de
complicaciones y seguimiento. Los estudios básicos incluyen hemograma completo con
recuento de plaquetas, pruebas de función renal, análisis de orina, pruebas de coagulación,
niveles de IgA, muestra de secreción faríngea o antiestreptolisina-O, sangre oculta en materia
fecal y biopsia de piel. Los estudios de imagen no se realizan de forma rutinaria en la
evaluación de la PSH. Cuando el compromiso intestinal es severo, tal vez pueda ser necesario
recurrir a la arteriografía o la endoscopia para evaluación del cuadro. Ante los cuadros de
dolor abdominal importante puede requerirse una ecografía abdominal o una tomografía
computarizada y si se piensa en un cuadro de invaginación intestinal, puede utilizarse el
enema de bario.
Tratamiento
El PSH es una enfermedad que suele tener un curso autolimitado en cada brote por lo que
el tratamiento básico es de soporte: asegurar una adecuada hidratación y transfundir sangre en
caso de hemorragia grave. Se recomienda reposo en cama los primeros días para evitar el
mayor depósito de inmunocomplejos en las zonas bajas del cuerpo.
Los antinflamatorios no esteroidales (AINE) se emplean para aliviar las molestias
articulares.
El uso de corticoides es controversial y estarían indicados a dosis de 1-2 mg/kg de
prednisona en casos de intenso dolor abdominal o hemorragia intestinal y si aparece vasculitis
en SNC, afectación testicular o hemorragia pulmonar, síndrome nefrótico persistente o
semilunas en más del 50% de los glomérulos.
Claramente el manejo del niño con PSH siempre se focalizará la atención en el daño renal,
que cursa comúnmente asintomático y marca el pronóstico de la enfermedad.
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