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Guías de Práctica Clínica en Pediatría
– Pielonefritis aguda (PNA): Infección que compromete el parénquima renal. Es la forma
más severa de ITU en niños.
– Nefronia lobar: Nefritis intersticial bacteriana, con clínica y laboratorio de infección
bacteriana severa. El diagnóstico se realiza con eco Doppler, donde se observa nefromegalia
asociada a lesión parenquimatosa redondeada con hipoperfusión y alteración de la
diferenciación córtico-medular.
– Bacteriuria asintomática: Niños con urocultivo positivo pero sin sintomatología clínica.
Habitualmente un hallazgo en exámenes de orina tomados en
screening
o seguimiento. Se
recomienda no indicar tratamiento antibiótico, ya que estudios a largo plazo no muestran
diferencias entre los grupos tratados y los sin tratar.
– ITU recurrente: 3 o más infecciones urinarias bajas, 2 o más pielonefritis o 1 pielonefritis
más 1 infección urinaria baja en un año.
Clínica
El cuadro clínico sugerente de ITU es variable, siendo más específico en la medida en que
el niño es mayor y puede verbalizar sus síntomas.
– Recién nacidos
:
Parecen gravemente enfermos, irritabilidad con letargia, rechazo de
alimentación, vómitos, diarrea, ictericia; fiebre ausente o hipotermia
– Lactantes: Fiebre, vómitos, dolor abdominal, irritabilidad, peso estacionario, orina de mal olor.
– Preescolares y niños mayores: Síntomas referidos a la vía urinaria como disuria, poliaquiuria,
urgencia miccional y ocasionalmente enuresis. Compromiso renal: Dolor en la(s) fosa(s)
lumbar(es), fiebre, compromiso general y vómitos.
Examen físico
Durante el examen físico además de objetivar alteraciones propias de ITU como puño
percusión (+), dolor abdominal, es importante también evaluar presión arterial, crecimiento,
buscar la palpación de masas abdominales o de globo vesical, malformaciones como epispadia
o hipospadias, signos de vulvitis o vaginitis, sinequia de labios menores, fimosis y balanitis.
Examinar la columna lumbosacra buscando signos de disrafia espinal como nevos, fositas
pilonidales, hemangiomas y desviación del pliegue interglúteo.
Diagnóstico
La confirmación del diagnóstico de ITU debe hacerse a través de examen de orina que
muestre elementos concordantes con una infección (bacterias, leucocituria, piuria o cilindros con
inclusiones leucocitarias) y de un urocultivo tomado por sondeo vesical o punción vesical en
lactantes, que muestre desarrollo de más de 50.000 unidades formadoras de colonias (ufc) por ml
de un solo germen. En niños que controlan vejiga, la muestra debe tomarse de la parte media de
la micción y el cultivo se considera positivo con un recuento de más de 100.000 ufc por ml.
El manejo está dirigido a prevenir o minimizar el daño renal, y a evitar secuelas a largo
plazo, hipertensión arterial (HTA) e insuficiencia renal crónica (IRC).
Hay algunos factores asociados a mayor riesgo de daño renal por ITU:
– Edad menor de 1 año
– Retardo en el inicio del tratamiento antimicrobiano
– Obstrucción de la vía urinaria
– Reflujo vesicoureteral severo
– Recurrencia de episodios de pielonefritis aguda
– Existencia de un riñón displásico
Los criterios para definir si el episodio de ITU se acompaña de compromiso renal (ITU
alta o pielonefritis aguda) o no (ITU baja), son clínicos, de laboratorio e imagenológicos.