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Guías de Práctica Clínica en Pediatría

Infecciones invasoras por

Streptococcus pyogenes

Luis Delpiano M.

Caracterización del agente

En las últimas décadas se ha observado la emergencia de infecciones invasoras por

Streptococcus

pyogenes

con importantes cambios en su epidemiología y elevada morbimortalidad. Este agente ha

cambiado su patogenicidad desde cuadros clínicos menores no invasores, a formas graves, invasoras,

lo que se ha relacionado con características de la proteína M (estructura de envoltura con poder

antifagocitario), con la producción de toxinas pirogénicasA, B y C y con la producción de proteinasas

(estreprolisina O y S, desoxiribonucleasas, hialuronidasa, estreptoquinasa). Las cepas sin proteína M

son esencialmente no patógenas, en tanto que los serotipos M1 (80%), M3, M12 y M28 así como las

productoras de toxina pirogénica (predominio de exotoxina A) reportan infecciones de gran

severidad, además de estar asociadas con varias exotoxinas pirogénicas denominadas superantígeno

estreptocócico (SSA).

Otra forma de caracterizar a

S pyogenes

es por tipificación de la secuencia del locus

emm,

desde 5´, describiéndose a la fecha más de 150 tipos

emm

, gen que codifica la proteína M,

existiendo 5 patrones mayores (A a E).

Patogenia

La transmisión del agente ocurre persona a persona y se define como grupos de riesgo de

enfermedad invasora a lactantes, ancianos, inmunosuprimidos, pacientes con cardiopatía o

enfermedad pulmonar crónica, diabetes, alcoholismo, lesiones cutáneas (varicela, traumas,

picaduras de insecto y quemaduras) y usuarios de AINE (22% v/s 8% entre los que cursan

shock tóxico).

Las mayores tasas de infección invasora se verifican en las edades extremas de la vida;

anualmente ocurren más de 10 millones de infecciones por este agente, 10 mil casos

corresponden a enfermedad invasora y el 5%-8% de éstas a shock tóxico. La letalidad global

en infección invasora alcanza al 10%-32%, pero se eleva a cerca de 45% en presencia de

shock tóxico.

Un quinto de los pacientes se presentan como bacteriemia sin foco y la infección invasora

puede evolucionar con o sin shock. Puede existir neumonía, bacteriemia asociada a infección

cutánea (celulitis, erisipela, heridas quirúrgicas o no), infección profunda de tejidos blandos

como miositis o fasceítis necrozante (muy raro en niños), meningitis, peritonitis, osteomielitis,

artritis séptica, sepsis puerperal, sepsis neonatal.

Las exotoxinas pirogénicas causan fiebre y al actuar como superantígeno inducen a células

mononucleares a sintetizar FNT alfa, interleuquina-1B e interleuquina-6. La proteína M

contribuye a la invasividad al impedir la fagocitosis por polimorfonucleares y despierta

inmunidad tipo específico.

Son signos claves en la presentación del shock tóxico fiebre, eritrodermia y rápido

compromiso hemodinámico. Además, destaca el dolor que usualmente involucra las extremi-

dades, el 20% presenta un síndrome

influenza like

(fiebre, temblores, mialgia, náusea, vómitos

y diarrea), 60% a 80% presenta clínica de infección de tejidos blandos, siendo ominoso la

aparición de lesiones vesiculosas o bulosas. El eritema escarlatiniforme ocurre en sólo el 10%

de los pacientes. A lo anterior debe además agregarse la semiología del SIRS (ver capítulo de

shock).