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estudios serológicos, más bien se emplean para certificar infección pasada y confirmar estado

de susceptibilidad a la infección.

Educación: Es fundamental instruir respecto a la prevención de la complicación infecciosa

promoviendo uñas cortas, lavado de manos y evitar el grataje. Estos pacientes no debieran

contactar con mujeres embarazadas no inmunes en 1

er

trimestre, inmunodeprimidos u otros

niños no inmunizados. Los pacientes deben reincorporarse a clases o actividades sociales

luego de tener todas las lesiones en etapa de costra.

Complicaciones: La más frecuente es la sobreinfección cutánea en 5% a 10% de los pacientes,

que puede ser local, avanzar a celulitis o ser tan grave con presencia de SIRS o shock tóxico.

También puede existir neumonía varicelatosa, habitualmente de evolución grave y complicaciones

neurológicas siendo la más frecuente la ataxia cerebelosa descrita como un fenómeno

posinfeccioso en 1 caso x 4.000 enfermos, que aparece posterior a la enfermedad aguda y que

generalmente es de resolución espontánea en 1 ó 2 meses. La encefalitis es de muy baja incidencia

(1 x 100.000 casos), puede presentarse con convulsiones y alcanza una letalidad del 5% a 20%.

Otras complicaciones neurológicas son meningitis aséptica, mielitis, síndrome de Guillain Barré o

poliradiculitis. Ya cada vez más infrecuente es el diagnóstico de síndrome de Reye, con falla

hepática asociada al consumo de aspirina en pacientes con varicela. Dentro de las complicaciones

más infrecuentes, eventualmente se reporta: Hepatitis, OMA, retinitis, glomerulonefritis, orquitis,

miocarditis, trombocitopenia, pancreatitis, apendicitis y púrpura de Schönlein Henoch.

La complicación tardía es la presencia de herpes zoster, meses o años después en 5% a

15% de los pacientes dado la persistencia del agente en ganglios sensitivos, en esta situación

se afectan con el mismo exantema agudo 1 a 3 dermátomos corporales en forma unilateral que

no traspasa la línea media del cuerpo.

Síndrome de varicela congénita, esta afección se puede observar hasta en el 2% de los

niños nacidos de madres que desarrollan varicela en el primer o segundo trimestre del

embarazo. Entre las manifestaciones se describe retardo del crecimiento intrauterino,

microcefalia, atrofia cortical, microftalmia, cataratas, corioretinitis, cicatrices cutáneas o

rizomelia. El grado de daño, no se relaciona con la severidad de la enfermedad en la madre. La

presencia de zoster en la embarazada, no se relaciona con injuria fetal.

Varicela neonatal, puede evolucionar como enfermedad grave dependiendo del momento de

enfermedad de la madre y la vía del parto. Recordemos que después de la primera viremia se

desarrollan anticuerpos contra el virus varicela zoster. La severidad de la enfermedad en el recién

nacido dependerá de si en el pasaje trasplacentario se incluyó sólo al virus o a virus y anticuerpos.

Así entonces si la madre desarrolla varicela 5 días antes o 2 días después del parto, el recién nacido

sólo adquiere el virus comportándose como una viremia secundaria sin generación de anticuerpos

y apareciendo una enfermedad severa y diseminada, pudiendo existir lesiones hemorrágicas de

inicio, compromiso hepático, pulmonar o neurológico con potencial desenlace fatal.

Consideraciones terapéuticas

– Tomar precauciones de aislamiento con precauciones aéreas para el paciente en centros de

atención de salud cerrados o ambulatorios.

– Evitar asistencia a colegio hasta objetivar presencia de lesiones en estado de costra.

– En general sólo medidas de soporte, mejorar el confort del paciente, higiene diaria de la piel

sin remojar, ni frotar.

– Asegurar hidratación y alimentación según tolerancia.

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