

218
Guías de Práctica Clínica en Pediatría
Diagnóstico diferencial
Obstrucción supraglótica
Infecciosa: Epiglotitis, absceso retrofaríngeo, absceso periamigdaliano, síndrome
mononucleósico.
No infecciosa: Cuerpo extraño, laringomalacia, laringitis química, trauma, angioedema,
ingestión de cáusticos.
Obstrucción subglótica
Infecciosa: Traqueitis bacteriana.
No infecciosa: Cuerpo extraño, laringotraqueomalacia, compresión extrínseca de la vía aérea
(anillo vascular, bocio, higroma quístico), malformaciones congénitas (estenosis subglótica congéni-
ta, hendidura laringotraqueal), estenosis subglótica adquirida posextubación,
croup
espasmódico.
Evaluación de severidad
Es importante para definir el tratamiento y monitorizar la respuesta al mismo. La Norma
Técnica del Ministerio de Salud, clasifica la severidad de la laringitis en 4 grados:
Grado I:
Disfonía (tos y voz), estridor inspiratorio leve e intermitente que se acentúa con el
esfuerzo (llanto).
Grado II:
Disfonía (tos y voz), estridor inspiratorio continuo, tiraje leve (retracción
supraesternal o intercostal o subcostal).
Grado III: Disfonía (tos y voz), estridor inspiratorio y espiratorio, tiraje intenso, signos de
hipoxemia (palidez, inquietud, sudoración, polipnea), disminución del murmullo
pulmonar.
Grado IV: Fase de agotamiento, disfonía, estridor continuo, tiraje intenso, palidez,
somnolencia, cianosis, aparente disminución de la dificultad respiratoria.
Tratamiento
Medidas generales: Ambiente tranquilo, tranquilizar a los padres, niño en posición
cómoda, no tomar exámenes, régimen líquido fraccionado, antipiréticos según necesidad,
observación de progresión de signología obstructiva y control.
Tratamiento farmacológico: Oxígeno, corticoides sistémicos y nebulizados, adrenalina
nebulizada.
Oxígeno: Indicado para mantener saturación sobre 95% o ante dificultad respiratoria
importante. Debe ser administrado en posición cómoda.
Corticoides: Constituyen la terapia central del
croup
viral. Son eficaces en mejorar los
síntomas de
croup
a las 6 y 12 horas después de su administración, disminuir el número de
consultas y/o readmisiones, reducir la duración de la estadía hospitalaria y disminuir la
necesidad de adrenalina.
Adrenalina nebulizada: Estimula receptores adrenérgicos de la membrana de mucosa
subglótica, produciendo vasoconstricción local y disminución del edema vasogénico. Es
eficaz en disminuir los síntomas del
croup
ya a los 10 minutos de administrada. Su efecto
máximo se alcanza a los 30 minutos y desaparece a las dos horas. Los síntomas pueden
reaparecer después de ese periodo, situación que es conocida como “efecto rebote”.
Adrenalina corriente ha demostrado ser tan efectiva y segura como adrenalina racémica.
Dosis a nebulizar: 4 ml sin diluir en mayores de 2 años y la mitad en los menores.
Dado que su efecto se alcanza más rápido que los corticoides, se recomienda siempre usar
ambas terapias de modo que la adrenalina actúe como “rescate” mientras comienza el efecto
corticoesteroidal. No debe ser utilizada por horario, sino que según respuesta clínica.