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• Diagnóstico: Más frecuente de ver en partos de término o postérmino con antecedente de
líquido amniótico con meconio. Al examen físico es frecuente el aumento del diámetro
anteroposterior del tórax (tórax en tonel). En tanto, dentro de los exámenes destaca en la Rx
de tórax infiltrados gruesos perihiliares, hiperinsuflación pulmonar o alternancia de áreas
hiperinsufladas y atelectásicas. En 20% a 50% de los casos según las series se puede ver
escape aéreo. En los GSA son frecuentes la hipoxemia e hipercapnia de grado variable. Con
frecuencia cursan con hipertensión pulmonar persistente.
• Tratamiento: Comienza en la sala de atención inmediata (ver capítulo Reanimación Neonatal).
Oxigenoterapia según necesidad y eventualmente ventilación mecánica y manejo de
hipertensión pulmonar que puede llegar a incluir ventilación de alta frecuencia y óxido
nítrico como pasos previos al ECMO.
Dentro de los usos no habituales del surfactante exógeno, sólo en esta entidad parece ser
beneficioso, ya que hay estudios que demuestran mejoría aguda en la oxigenación,
disminución de escapes aéreos y de la necesidad de ECMO utilizándolo en dosis de 6 cc/
kg para el caso de Survanta
®
.
Bronconeumonia connatal
Ocurre como complicación de infecciones connatales o infecciones nosocomiales. En el
primer caso, los agentes causales más frecuentes serán: Estreptococo grupo B,
E coli, Listeria
y
Clamidia Trachomatis.
En el caso de cuadros intrahospitalarios predominarán:
Staphylococcus aureus
o epidermidis,
Klebsiella, Enterococcus,
pseudomonas y
Cándida
albicans.
Si es un RN de la comunidad y durante la estación de invierno, considerar el virus
respiratorio sincicial (VRS).
• Factores de riesgo: Corioamnionitis materna, rotura prematura de membranas de más de 18
horas, infección del tracto urinario materno dentro de 15 días previos al parto y colonización
vaginal patológica por
Streptococcus
B principalmente. El RN se infectará por vía ascendente
o bien a su paso por el canal del parto. Para los cuadros tardíos o intrahospitalarios los
principales factores de riesgo son la prematurez, intubación y conexión prolongada a
ventilador mecánico, esquemas múltiples de tratamiento antibiótico, alimentación parenteral
prolongada y la permanencia por largo tiempo de vías y catéteres.
• Diagnóstico: A los signos de dificultad respiratoria se asocian aunque no siempre, signos de
infección como palidez o piel marmórea, mal llene capilar, alteraciones de la
termorregulación, hipotensión, etc. La Rx de tórax no es patognomónica y puede mostrar
desde infiltrados focales uni o bilaterales a zonas de condensación e imágenes algodonosas.
El hemograma muestra signos sugerentes de infección y la PCR puede ser positiva. Los
hemocultivos y látex en fluidos corporales (látex en orina para strepto B por ejemplo) pudieran
arrojar el agente etiológico.
• Tratamiento: Debe iniciarse tratamiento antibiótico de amplio espectro apenas se plantea la
posibilidad diagnóstica, esto significa actuar la mayoría de las veces, sólo en base a los
factores de riesgo. Generalmente se utiliza ampicilina más amikacina por al menos 7 días y
en los casos intrahospitalarios considerar el uso de vancomicina y cefotaxima, además de
antifúngicos según el caso (ver capítulo de Infecciones). Si se sospecha o demuestra
C
trachomatis:
Eritromicina por 10 a 14 días. Considerar además, manejo con drogas
vasoactivas, oxigenoterapia según necesidad y eventualmente ventilación mecánica y óxido
nítrico inhalado.
Escapes aéreos o rupturas alveolares
Acumulación de aire extraalveolar secundario a la ruptura del alvéolo comprometiendo el
intersticio (enfisema intersticial), mediastino anterior (neumomediastino), pleura (neumotórax) y/o
Neonatología