Oncología
Reducir el estrés en el cáncer de mama prolonga la vida
Los meta-análisis sugieren que los factores psicosociales relacionados con el estrés y una menor calidad de vida relacionada con la salud están asociados con tasas más pobres de supervivencia del cáncer y, específicamente, en pacientes con cáncer de mama, con un 13% más de riesgo. Ya que las tasas del cáncer progresan, la capacidad de la intervención psicológica también podría afectar el curso de la enfermedad.
Barbara L. Andersen y su equipo del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, realizaron un ensayo clínico para probar la hipótesis que intervenciones psicológicas pueden reducir la recurrencia de cáncer. Pacientes con diagnóstico de cáncer de mama (n = 227) se asignaron aleatoriamente a intervención con evaluación o a evaluación solamente. La intervención tuvo positivos beneficios psicológicos, sociales, inmune y para la salud, y después de 11 años, generó un menor peligro de recurrencia (riesgo 0,55, p = 0,034). En el seguimiento, se pensó que el grupo de intervención también podría mostrar una mayor supervivencia después de la recidiva. Todos los pacientes fueron estudiados, 62 recayeron y éstos, se sometieron a análisis de supervivencia. Tras el diagnóstico de recurrencia, se aplicaron los análisis bio-conductuales (n = 41, 23 con intervención psicológica y 18 con evaluación sola). Finalmente, se recolectó información respecto a aspectos sociales, adherencia, salud e inmunológicos al momento del diagnóstico de recurrencia y a los 4, 8 y 12 meses después.
El análisis de intención de tratar reveló una reducción del riesgo de muerte tras la recurrencia para el grupo con apoyo psicológico (riesgo 0,41, p = 0,014). Los datos de los análisis bio-conductuales demostraron que todos los pacientes respondieron con una significativa angustia psicológica durante el diagnóstico de recurrencia, pero a partir de entonces, sólo el grupo de intervención mejoró (valores de p < 0,023). Los índices inmunológicos fueron significativamente mayores para el grupo de intervención a los 12 meses (valores de p < 0,017).
En conclusión, este análisis demuestra una mayor supervivencia para el grupo de intervención después de una recidiva. Existieron ventajas bio-conductuales para esta sub-población que permitieron mejorar la supervivencia a largo plazo.
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