
Superando brechas en salud mental pediátrica
El programa mhGAP promueve la incorporación de conocimientos y habilidades para abordar y responder a necesidades específicas.
El programa mhGAP promueve la incorporación de conocimientos y habilidades para abordar y responder a necesidades específicas.
Durante 2024, más de 700 mujeres iniciaron precozmente el tratamiento para lesiones premalignas con la ampliación de pruebas de VPH impulsada por el INCAN.
Encuentro organizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de la UPAP contó con ponencias de los doctores Clarissa Da Costa, Roque Silva y Gladys Galeano.
Nuevos documentos buscan estandarizar los procesos de atención y promover un enfoque centrado en la persona, con visión integral, colaborativo y multidisciplinario.
El documento constituye un hito en el fortalecimiento de la cultura científica en salud, con énfasis en pertinencia, impacto y equidad.
La enfermedad no representa un riesgo para la vida, pero sí puede generar un importante impacto psicológico y emocional.
En el abordaje intervencional de la insuficiencia cardíaca, esta técnica muestra mejores resultados en el funcionamiento del corazón, reduciendo síntomas y mejorando la calidad de vida.
Su uso inadecuado puede reducir la memoria, creatividad y pensamiento crítico, aspectos claves en la práctica médica. El desafío es integrarla sin disminuir la actividad mental.
La probabilidad de desarrollar la enfermedad en niños nacidos de esta forma aumenta hasta un 29%, especialmente en casos de leucemia linfoblástica aguda (LLA) de precursores de células B, con mayor incidencia en varones y menores de 5 años.
Las complicaciones visuales pueden ser la primera señal de la enfermedad en un tercio de los casos. Un manejo integral y la colaboración entre reumatólogos y oftalmólogos son clave para mejorar los resultados de los pacientes.
Los niños y adolescentes que han atravesado la enfermedad presentan el doble de riesgo de estas conductas, incluso de envenenamiento, siendo esta relación más fuerte en los de 11 a 15 años.
Su diagnóstico puede retrasarse varios años, y las intervenciones incluyen terapia hormonal, inhibidores de la aromatasa, cirugía laparoscópica y, en casos más extremos, la histerectomía.
Este inhibidor de la aldosterona sintasa logra reducir de forma significativa la presión arterial en pacientes con resistencia al tratamiento, con un perfil de seguridad favorable.