Estudio JACC
Duración del sueño influye en la mortalidad
Los estudios de cohorte han demostrado que una corta o larga duración del sueño se asocia con la incidencia de mortalidad o de enfermedades cardiovasculares, así como con la mortalidad total. La Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición I (NHANES) mostró un aumento 1,5 veces del riesgo de accidente cerebrovascular en personas con más de 8 horas de sueño, en comparación a las 6 a 8 horas. Otra investigación igualmente señaló que en comparación con 8 horas, el sueño de corta o larga duración de 5 o más horas o 9 o más horas se asociaba con un aumento de incidencia de enfermedad coronaria en mujeres de 40 a 65 años de edad, y, en comparación con 7 horas de sueño, 9 o más horas se relacionaba con mortalidad cardiovascular, enfermedad no cardiovascular/no cáncer, y por todas las causas, mientras que el sueño de 5 horas o menos se ligaba con mortalidad por todas las causas y enfermedad no cardiovascular.
Mediante un estudio de cohortes, investigadores de la Universidad de Osaka en Japón, examinaron las asociaciones sexo-específicas entre la duración del sueño y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y otras causas. Un total de 98.634 personas (41.489 hombres y 57.145 mujeres) de 40 a 79 años de edad reclutadas entre 1988 y 1990 fueron estudiadas hasta 2003.
Durante un seguimiento promedio de 14,3 años, hubo 1.964 defunciones (hombres y mujeres: 1038 y 926) por accidentes cerebrovasculares, 881 (508 y 373) por enfermedad coronaria, 4287 (2297 y 1990) por enfermedades cardiovasculares, 5465 (3432 y 2033) por cáncer, y 14540 (8548 y 5992) por todas las causas. En comparación con una duración de sueño de 7 horas, 4 o menos se asoció con un aumento de mortalidad por enfermedad coronaria en mujeres y por enfermedad no cardiovascular/no cáncer y por todas las causas en ambos sexos. El riesgo multivariable respectivo fue de 2,32 (1.19-4.50) para las enfermedades coronarias en las mujeres, 1,49 (1,02-2,18) y 1,47 (1,01-2,15) para la enfermedad no cardiovascular/no cáncer, y 1,29 (1,02-1,64) y 1,28 (1.03-1.60) por todas las causas en hombres y mujeres, respectivamente. Dormir más de 10 horas se asoció con un aumento de 1,5 a 2 de mortalidad total y accidente cerebrovascular isquémico, de enfermedades cardiovasculares, enfermedad no cardiovascular/no cáncer, y para todas las causas entre hombres y mujeres, en comparación con 7 horas de sueño en ambos sexos. No hubo asociación entre la duración del sueño y la mortalidad por cáncer en ambos sexos.
En conclusión, dormir muy poco o demasiado se asocia con un aumento de la mortalidad por enfermedad cardiovascular, enfermedad no cardiovascular/no cáncer y por todas las causas en ambos sexos, dando una relación en forma de U con la mortalidad total y con un nadir de 7 horas de sueño.
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