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17 Abril 2009

Estudio JACC

Duración del sueño influye en la mortalidad

Este trabajo publicado recientemente muestra que tanto una disminución como un incremento en la duración del sueño se relacionan con mayor riesgo de muerte por causas cardiovasculares y no cardiovasculares.

Los estudios de cohorte han demostrado que una corta o larga duración del sueño se asocia con la incidencia de mortalidad o de enfermedades cardiovasculares, así como con la mortalidad total. La Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición I (NHANES) mostró un aumento 1,5 veces del riesgo de accidente cerebrovascular en personas con más de 8 horas de sueño, en comparación a las 6 a 8 horas. Otra investigación igualmente señaló que en comparación con 8 horas, el sueño de corta o larga duración de 5 o más horas o 9 o más horas se asociaba con un aumento de incidencia de enfermedad coronaria en mujeres de 40 a 65 años de edad, y, en comparación con 7 horas de sueño, 9 o más horas se relacionaba con mortalidad cardiovascular, enfermedad no cardiovascular/no cáncer, y por todas las causas, mientras que el sueño de 5 horas o menos se ligaba con mortalidad por todas las causas y enfermedad no cardiovascular.

Mediante un estudio de cohortes, investigadores de la Universidad de Osaka en Japón, examinaron las asociaciones sexo-específicas entre la duración del sueño y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y otras causas. Un total de 98.634 personas (41.489 hombres y 57.145 mujeres) de 40 a 79 años de edad reclutadas entre 1988 y 1990 fueron estudiadas hasta 2003.

Durante un seguimiento promedio de 14,3 años, hubo 1.964 defunciones (hombres y mujeres: 1038 y 926) por accidentes cerebrovasculares, 881 (508 y 373) por enfermedad coronaria, 4287 (2297 y 1990) por enfermedades cardiovasculares, 5465 (3432 y 2033) por cáncer, y 14540 (8548 y 5992) por todas las causas. En comparación con una duración de sueño de 7 horas, 4 o menos se asoció con un aumento de mortalidad por enfermedad coronaria en mujeres y por enfermedad no cardiovascular/no cáncer y por todas las causas en ambos sexos. El riesgo multivariable respectivo fue de 2,32 (1.19-4.50) para las enfermedades coronarias en las mujeres, 1,49 (1,02-2,18) y 1,47 (1,01-2,15) para la enfermedad no cardiovascular/no cáncer, y 1,29 (1,02-1,64) y 1,28 (1.03-1.60) por todas las causas en hombres y mujeres, respectivamente. Dormir más de 10 horas se asoció con un aumento de 1,5 a 2 de mortalidad total y accidente cerebrovascular isquémico, de enfermedades cardiovasculares, enfermedad no cardiovascular/no cáncer, y para todas las causas entre hombres y mujeres, en comparación con 7 horas de sueño en ambos sexos. No hubo asociación entre la duración del sueño y la mortalidad por cáncer en ambos sexos.

En conclusión, dormir muy poco o demasiado se asocia con un aumento de la mortalidad por enfermedad cardiovascular, enfermedad no cardiovascular/no cáncer y por todas las causas en ambos sexos, dando una relación en forma de U con la mortalidad total y con un nadir de 7 horas de sueño.

Fuente bibliográfica

SLEEP 2009; 32(3):259-301

Ciencia y Medicina

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