Epidemiología
El insomnio es condición prevalente en la población
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más frecuentes y se puede caracterizar como un conjunto subjetivo de síntomas, asociados con una sintomatología diurna negativa, angustia grave y menoscabo en áreas vitales del funcionamiento. Con los años, se han presentado más de cincuenta estudios sobre la base de datos recogidos en muestras representativas o poblacionales. Estas investigaciones concluyen que alrededor de un tercio de la población general ha experimentado sus síntomas, el 9% al 15% ha informado que el insomnio cursa con consecuencias durante el día, el 8% al 18% ha experimentado insatisfacción durante el sueño, y el 6% cumple con criterios diagnósticos para el insomnio. Aunque la alteración suele ser vista principalmente como una condición persistente, esta hipótesis puede, no obstante, ser cuestionada, ya que pocos estudios epidemiológicos han explorado longitudinalmente su curso en la población.
El objetivo de este análisis de la Universidad de Orebro, Suecia, fue examinar las características del insomnio en la población general, con énfasis en la prevalencia, las consecuencias, la persistencia, la remisión y la incidencia. Este estudio empleó un diseño longitudinal, con más de un año de seguimiento. El insomnio se definió como la presentación de problemas para dormir durante 3 o más noches por semana durante los últimos 3 meses, síntomas diurnos o problemas de funcionamiento durante el día, y la dificultad para iniciar el sueño, mantenerlo, o despertar temprano por la mañana. A partir de una muestra seleccionada aleatoriamente de adultos (N = 3000; de 20 a 60 años), 1746 personas completaron el estudio.
Las tasas de prevalencia del insomnio fueron de 6.8% al 9,7% en la evaluación de 2 puntos. El análisis longitudinal sugirió que para el 44.4% de las personas con insomnio al inicio del estudio, la condición se caracterizaba por la persistencia (4.3% de la población general). Para el 56.6% de los individuos con insomnio al inicio del estudio, la condición remitía después de un año (5.4% de la población general). La incidencia acumulada fue de 2.8% durante el transcurso de un año.
En resumen, los resultados demuestran que la incapacidad crónica para dormir o permanecer dormido es una condición frecuente en la población. También de se asocia con consecuencias negativas y se caracteriza no sólo por la persistencia, sino también por la alta incidencia y remisión.
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