Neurología
Fragmentación del sueño genera mayor cantidad de siestas
Sueño diurno (siestas) y despertares nocturnos son más comunes en los adultos mayores que en los jóvenes. La asociación entre el sueño durante el día, la noche y los despertares nocturnos no está bien definida. Muchos estudios han examinado el efecto de las siestas sobre el dormir nocturno, donde algunos han demostrado que tienen poco impacto en la calidad del sueño nocturno o en su duración, pero otros, han reportado un efecto negativo sobre la calidad del dormir y su duración en las noches posteriores. Además, las investigaciones sobre dicha relación en los adultos mayores se han basado fundamentalmente en el auto-reporte o en pequeños grupos de personas.
Docentes de la Universidad de Vanderbilt, Nashville, Estados Unidos, evaluaron a través de un estudio transversal la asociación entre la duración del sueño nocturno, su fragmentación y las siestas. Se analizaron 235 personas (47.5% hombres) con una media de edad de 80.1 años, los cuales fueron monitorizados con actigrafía de muñeca durante un promedio de 6.8 noches. Los parámetros incluyeron sueño nocturno (h), movimientos, índice de fragmentación (fragmentación) y el dormir durante el día (h). Las relaciones para el dormir de noche, las siestas y la fragmentación (sí/no) se evaluaron mediante regresión logística. Todos los modelos se ajustaron por edad, raza, sexo, IMC, estado cognitivo, depresión, enfermedades cardiovasculares, síntomas respiratorios, diabetes, dolor, fatiga, sueño y el uso de fármacos.
Las siestas se registraron en 178 (75.7%) participantes. La relación (IC del 95%) con las siestas fue mayor en personas con niveles más altos de fragmentación nocturna (2.1 [0.8, 5.7]), con síntomas respiratorios (2.4 [1.1, 5.4]), diabetes (6.1 [1.2, 30.7]) y dolor (2.2 [1.0, 4.7]). Entre los individuos que dormían siesta, ni la duración del sueño ni la fragmentación nocturna se asoció con la duración de la siesta del día siguiente.
En conclusión, la fragmentación del sueño se relaciona con una mayor probabilidad de siestas, y no con su duración. Se necesitan investigaciones adicionales para determinar la asociación causal entre la fragmentación del sueño y las siestas durante el día.
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