Neurología
La cafeína posee importantes efectos neuroprotectivos
En ausencia de un tratamiento clínico eficaz para los desórdenes neurodegenerativos relacionados al envejecimiento, la investigación se ha centrado en identificar los posibles factores de riesgo cuya modulación pueda disminuir o aumentar el peligro de procesos deletéreos a nivel neuronal. Estudios previos sugieren que la cafeína, de la cual se sabe que posee efectos positivos sobre la vigilia, la atención, el ánimo y el despertar, también podría ser neuroprotectiva. Si bien se le han atribuido múltiples efectos biológicos (incluyendo el aumento de la actividad cortical), el antagonismo no selectivo de los receptores de la adenosina, particularmente de los receptores A1 y A2A, es el único efecto farmacológico central reconocido que ocurre con su dosificación voluntaria.
Para examinar la asociación entre la ingesta de cafeína, el declive cognoscitivo y la demencia, neurólogos del Hospital de Montpellier en Francia, estudiaron una muestra de participantes (4.197 mujeres y 2.820 hombres, todos mayores de 65 años) provenientes de tres ciudades francesas, durante 2 y 4 años de seguimiento.
El consumo de cafeína se asoció a un amplio rango sociodemográfico, de estilos de vida y de variables clínicas, que también pueden afectar la pérdida cognoscitiva. Los modelos multivariables y la regresión logística ajustada indicaron que las mujeres con altos índices de ingesta (sobre tres tazas por día) demostraron menor declinación en la recuperación verbal (R 0.67, IC 0.53, 0.85) y en la memoria visual-espacial (R 0.82, IC 0.65, 1.03), principalmente debido al consumo de una taza durante al menos 4 años. El efecto protector de la cafeína aumentó con la edad (O 0.73, IC 0.53, 1.02 en el rango de edad entre 65 y 74 años; R 0.3, IC 0.14, 0.63 para los mayores de 80). No se encontró ninguna relación entre la cafeína y pérdida cognitiva en los hombres. El consumo de cafeína no redujo el peligro de demencia a 4 años.
En conclusión, las características psicoestimulantes de la cafeína parecen reducir la pérdida cognoscitiva en mujeres sin demencia, especialmente en edades más altas. No obstante, aunque no se observó ningún impacto sobre la demencia, se requieren realizar otros estudios que puedan comprobar si la cafeína prolonga el período de declive cognitivo leve antes del diagnóstico de demencia.
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