Neonatología
Utilizar cafeína en apnea del prematuro atenúa la displasia broncopulmonar
La apnea del prematuro, definida como cesación de respiración por más de 15 segundos y acompañada de hipoxia o bradicardia, ocurre en un 85% de los lactantes que nacen con menos de 34 semanas de gestación. Los tratamientos incluyen el uso de presión positiva continúa de la vía aérea y la prescripción de una metilxantina. Estos medicamentos, aminofilina, teofilina y cafeína, reducen la frecuencia de la apnea y la necesidad de ventilación mecánica durante los primeros siete días de terapia. Sin embargo, sigue siendo incierto si las metilxantinas tienen beneficios adicionales a corto y largo plazo en infantes de pretérmino. A pesar de esta incertidumbre, han sido el principal apoyo de tratamiento farmacológico para la apnea durante los últimos 25 años. Las metilxantinas se indican hasta que los infantes alcanzan una edad postmenstrual de 34 a 35 semanas, y la exposición a la droga puede durar incluso más tiempo. Un estudio reciente demostró que en niños con muy bajo peso al nacer, el 44% con displasia broncopulmonar y el 21% sin enfermedad todavía recibían metilxantinas a la edad postmenstrual de 36 semanas. El potencial para el daño existe porque los metilxantinas son inhibidores de los receptores de la adenosina, la cual preserva los niveles de ATP del cerebro y protege a las células cerebrales durante la hipoxia e isquemia. Las metilxantinas también aumentan el consumo de oxígeno y pueden por lo tanto disminuir el crecimiento.
Docentes de la Unversidad de McMaster (Hamilton, Canadá) realizaron un estudio de selección al azar, placebo-controlado y multicéntrico, para estudiar la eficacia y seguridad de la cafeína a corto y largo plazo en infantes con peso de nacimiento muy bajo. Se asignaron aleatoriamente 2006 lactantes de pesos neonatales entre 500 y 1250 gramos para recibir en sus primeros 10 días de vida cafeína o un placebo hasta que la farmacoterapia para la apnea del prematuro dejase de ser necesaria. Se evaluó la evolución a corto plazo antes de la primera alta domiciliaria.
De los 963 lactantes asignados al tratamiento con cafeína que seguían vivos a una edad postmenstrual de 36 semanas, 350 (36%) recibieron suplementos de oxígeno, al igual que 447 de los 954 lactantes (el 47%) asignados a recibir el placebo (razón de probabilidad ajustada: 0,63; IC del 95%: 0,52 a 0,76; P < 0,001). La presión positiva en la vía aérea se suspendió una semana antes en los lactantes asignados a cafeína (mediana de edad postmenstrual: 31 semanas; amplitud intercuartílica: 29,4 a 33) que en los del grupo que recibió placebo (mediana de edad postmenstrual: 32 semanas; amplitud intercuartílica: 30,3 a 34; P < 0,001). La cafeína redujo temporalmente el aumento de peso. La diferencia media en el aumento de peso entre el grupo tratado con cafeína y el que recibió el placebo fue mayor al cabo de dos semanas (diferencia media: –23 g; IC del 95%: –32 a –13; P< 0,001). No se constataron diferencias significativas entre los dos grupos en las tasas de mortalidad, en los signos ecográficos de lesión cerebral ni la aparición de enterocolitis necrotizante.
En conclusión, el tratamiento con cafeína para la apnea del prematuro reduce la tasa de displasia broncopulmonar en lactantes con muy bajo peso al nacer.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2006 May 18; 354(20):2112-21