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Comentario: error en el primer diagnóstico (nódulos vocales) indujo a
‘terapia’ vocal ineficaz e injustificada en su indicación y duración. No se
dispone del resultado de las tres endoscopías previas. Esta informalidad
puede implicar responsabilidad médico-legal pues la paciente se
encontraba en tratamiento por depresión a causa del fracaso de terapia
vocal y repercusión laboral. No se adicionó tratamiento para probable
reflujo faringolaríngeo. La microcirugía laríngea resuelve el quiste
mucoso intracordal, decidiendo no resecar lesión opuesta de contragolpe,
que persiste por semanas, para resolverse finalmente en forma natural
sin que la paciente manifestara queja por disfonía. No se disponía de
material para inyectar corticoides intralesionales en el pliegue de la lesión
secundaria. En 2014, control a nueve años: voz normal, sólo se fatiga al
aumentar exigencia vocal (karaoke). Pirosis acentuada sin tratamiento.
Laringe presenta pliegues con borde libre recto, pero amplio hiato
longitudinal; edema de cara subglótica y leve engrosamiento de comisura
posterior. Pese al escape glótico la paciente no presenta dificultad para su
desempeño laboral o social por lo que no se indica terapia vocal. Queda
bajo tratamiento con esomeprazol a tres meses plazo para manejo del
componente de reflujo faringolaríngeo.
Postop. 8º
día: lesión a
derecha
persiste y
pliegue
izquierdo en
cicatrizació
n.
Año 2014, a
nueve años:
RFL, edema
subcordal y
hiato
longitudinal