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Síndrome mieloproliferativo del recién nacido
y leucemia congénita
Marcela Venegas F.
El síndrome mieloproliferativo transitorio neonatal (SMT) o leucemia transitoria neonatal
corresponde a una proliferación descontrolada de blastos de línea megacariocítica. Se presenta
hasta en 10% de niños con síndrome de Down; también se han descrito casos en recién nacidos
fenotípicamente normales mosaico para la trisomía 21 asi como algunos pacientes con alteraciones
cromosómicas que únicamente afectan a las células blásticas y desaparecen al entrar en remisión.
Se evidencia por hiperleucocitosis, presencia de blastos en sangre periférica y
hepatoesplenomegalia, lo que se resuelve en forma espontánea dentro de los primeros meses de vida.
Inicialmente es indistinguible de la leucemia neonatal y la morbimortalidad asociada puede
ser elevada. Sólo la evolución clínica establece el diagnóstico diferencial de manera definitiva.
Además, el 20% de los casos pueden evolucionar con compromiso severo hepático, que se debe a
la presencia de fibrosis hepática difusa característica, daño cardíaco o coagulación intravascular.
La etiopatogenia de este proceso está relacionado con mutaciones del gen
GATA-1
del cromosoma
X, el cual codifica un factor de transcripción que tiene como función regular la proliferación celular
necesario para el normal desarrollo de las series eritroide y megacariocítica. Varios estudios han
demostrado que en los megacarioblastos presentes en el SMT, hay una deficiencia en la expresión de
este gen, lo que lleva a una alteración en la proliferación y diferenciación de esta línea celular.
Este clon de megacarioblastos alterados produciría citoquinas plaquetarias como el factor
de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) y el factor de transformación de crecimiento
ß(TGFß) que han demostrado,
in vitro
e
in vivo,
tener un efecto estimulante de fibroblastos y
en consecuencia ser capaces de inducir fibrosis.
Clínica
Su expresión clínica es variable con casos asintomáticos, asi como casos con síntomas
causados por infiltración de órganos o lisis tumoral, acompañados de intensa leucocitosis,
leucostasia, falla orgánica con compromiso hemodinámico y respiratorio.
Los blastos circulantes en la sangre periférica presentan marcadores inmunofenotípicos de
precursores mieloblásticos, megarioblásticos y eritroblásticos.
El curso clínico suele ser autolimitado en el transcurso de los primeros seis meses; sin
embargo, en la mayoría de los casos, 30% de los pacientes puede desarrollar leucemia aguda
(LMA-M7) o un síndrome mielodisplásico en los primeros cinco años de vida.
La búsqueda de criterios para diferenciar la leucemia congénita del síndrome
mieloproliferativo transitorio hasta la actualidad ha sido infructuosa.
Tratamiento
El tratamiento inicial es terapia de soporte. La quimioterapia se utiliza en forma
excepcional en pacientes con progresión franca de la enfermedad y con manifestaciones
graves, como compromiso de la función hepática o cardiorrespiratoria que se acompañan de
visceromegalia o derrame en serosas, o cifras de leucocitos superiores a 100.000/mm
3
.
Los blastos presentes en el SMT, son más sensibles a la acción de la citarabina dado que el
metabolito activo alcanza una mayor concentración intracelular.
Se debe hacer diagnóstico diferencial con cuadros que cursan con reacciones leucemoides,
trombocitopenia y anemia, tal es el caso de infecciones virales congénitas (TORCH), procesos