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abril

2018.

Volumen

17

-

N

°

72

1950

0

20

40

60

80

100

120

140

1955

Tasa de fiebre tifoidea por

100.000

1960

1965

1970

1975

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

Figura

1

:

Tasas de fiebre tifoidea en Chile,

1950-2010

(Fuente: Departamento de Epidemiología y Departamento de Estadísticas

e Información de Salud del Ministerio de Salud de Chile).

El desarrollo de la enfermedad va a depender

fundamentalmente de la cantidad de

microorganismos ingeridos (inóculo), de su

virulencia y de factores dependientes del huésped.

Se precisa, por término medio, un inóculo superior

al millón de gérmenes. Las cepas Vi negativas son

menos infecciosas y virulentas que las cepas Vi

positivas. La acidez gástrica es una barrera natural

importante, siendo factores predisponentes

aquellas circunstancias que modifican el pH

gástrico (VG Ingesta de inhibidores de la bomba

de protones, gastrectomía.) Superada la barrera

gástrica las salmonellas pasan al intestino

delgado, donde encuentran un medio más idóneo,

más aún si hay una alteración de la flora intestinal

normal por el uso previo de antibioterapia. Se

adhieren a receptores específicos de las

vellosidades intestinales, atraviesan la mucosa,

alcanzan los linfáticos de las placas de Peyer

donde se multiplican, pasando a la sangre donde

son atrapadas por fagocitos y macrófagos del

sistema reticuloendotelial, acumulándose en los

órganos ricos en él como son hígado, el bazo

y la médula ósea. Finalmente vuelven a pasar

al intestino y a la vesícula biliar. Las placas de

Peyer se muestran tumefactas pudiéndose ulcerar

la mucosa intestinal pasada la primera semana y

originar una hemorragia o la perforación, las dos

complicaciones más graves del cuadro.

(

2

)

La curación de la enfermedad depende del

establecimiento de una eficaz inmunidad celular

del huésped por parte de los linfocitos T activados.

Pacientes con trastornos de su inmunidad, sobre

todo celular, como ocurre en los pacientes

infectados por el virus de la inmunodeficiencia

humana (VIH) o en los pacientes oncológicos

presentan mayor susceptibilidad y desarrollan

procesos más graves.

(2)

El período de incubación es variable (

2

a

3

semanas), el comienzo insidioso y los síntomas

predominantes son fiebre de intensidad variable,

cefalea, diarrea, estreñimiento, tos, náuseas y

vómitos, anorexia, dolor abdominal y escalofríos.

Los signos que podemos encontrar son

hepatoesplenomegalia, roséola, lengua saburral,

bradicardia relativa y a veces estupor.

Excepcionalmente se presenta en forma de

neumonía, meningitis, espondilitis, endocarditis,

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