Oftalmología
Ranibizumab en la DMAE evita pérdida de visión y mejora la agudeza visual
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de ceguera irreversible entre la gente de 50 o más años de edad en el mundo desarrollado. La forma neovascular de la enfermedad generalmente provoca pérdida severa de la visión y se caracteriza por el crecimiento anormal de nuevos vasos sanguíneos debajo o dentro de la mácula, porción central de la retina responsable de la visión de alta resolución. Por otra parte, ranibizumab es un anticuerpo monoclonal recombinante humano, capaz de neutralizar todas las formas activas de factor A de crecimiento endotelial. Este principio ha sido aprobado recientemente para el tratamiento de todos los subtipos angiográficos de degeneración macular asociada a la edad. En estudios clínicos de fase 1 y 2, el medicamento ha demostrado estimular la actividad biológica, con aceptable perfil de seguridad, cuando se administra de forma intravítrea por hasta 6 meses en pacientes con DMAE neovascular.
En este estudio multicéntrico, doble ciego y controlado con simulación que duró dos años, se asignaron aleatoriamente pacientes que presentaban una degeneración macular senil con neovascularización coroidea mínimamente clásica u oculta (sin lesiones clásicas) a recibir mensualmente inyecciones intravítreas de ranibizumab (0,3 mg ó 0,5 mg) o bien inyecciones falsas durante 24 meses. El principal criterio de valoración era la proporción de pacientes que perdían menos de 15 letras de su agudeza visual basal a los 12 meses.
Participaron en el estudio 716 pacientes. A los 12 meses, el 94,5% de los individuos del grupo al que se le inyectaron 0,3 mg de ranibizumab y el 94,6% de los que recibieron 0,5 mg perdieron menos de 15 letras, en comparación con el 62,2% de los pacientes a los que se les aplicaron inyecciones falsas (P < 0,001 para ambas comparaciones). La agudeza visual mejoró en 15 o más letras en el 24,8% de los pacientes del grupo tratado con 0,3 mg y en el 33,8% de los tratados con 0,5 mg, en comparación con el 5% de los que recibieron inyecciones falsas (P < 0,001 para las dos dosis). Los aumentos medios de la agudeza visual fueron de 6,5 letras en el grupo tratado con 0,3 mg y de 7,2 letras en el tratado con 0,5 mg, en comparación con una disminución de 10,4 letras en el grupo que recibió inyecciones falsas (P < 0,001 para ambas comparaciones). La ganancia en agudeza visual se mantuvo al cabo de 24 meses. Durante los dos años, se identificó una presunta endoftalmitis en cinco personas (el 1%) y uveítis grave en seis (el 1,3%) tratados con ranibizumab.
Los autores concluyen que la administración intravítrea de ranibizumab durante 2 años evitó la pérdida de visión y mejoró la agudeza visual media, con tasas de acontecimientos adversos serios bajas, en pacientes con neovascularización coroidea mínimamente clásica u oculta (sin lesiones clásicas) secundaria a una degeneración macular senil.
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