Cardiología
Estrógenos protegen del accidente cerebrovascular isquémico
Se reconoce como consenso general que el estrógeno es siempre un factor de riesgo para el ictus isquémico. Ahora, nuevos datos sugieren que los efectos de los estrógenos sobre la progresión de la aterosclerosis y el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) varían con la edad en el comienzo de la menopausia o la edad en la iniciación de la hormonoterapia, y que sus resultados son beneficiosos en lugar de ser dañinos a edades más tempranas. Este concepto ha sido denominado la hipótesis de tiempo o la ventana de oportunidad.
Walter A. Rocca y colaboradores (División de Epidemiología del Departamento de Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Clínica Mayo, en Rochester, Estados Unidos), llevaron a cabo una revisión de estudios observacionales de asociación entre la menopausia prematura o precoz con el accidente cerebrovascular en base a artículos publicados en inglés a partir de 2006 hasta el 2010.
Tres estudios de cohortes mostraron un mayor riesgo para todos los tipos de accidente cerebrovascular en las mujeres sometidas a ooforectomía bilateral en comparación con aquellas que conservaron sus ovarios antes de los 50 años de edad. En uno de los estudios, el aumento del riesgo de accidente cerebrovascular se redujo por el tratamiento hormonal, lo que sugiere que la deprivación estrógena está involucrada en la asociación. Cuatro investigaciones adicionales demostraron una relación de todos los tipos de accidente cerebrovascular o con el inicio temprano de la menopausia o con una vida más corta de la actividad ovárica. En tres de los siete estudios, la asociación se limitó a la condición isquémica. La edad de la menopausia era más importante que el tipo de menopausia (natural versus inducida).
Finalmente, los resultados de siete estudios observacionales desafían el consenso que el estrógeno es siempre un factor de riesgo para el accidente cerebrovascular isquémico. La hipótesis de los autores es que el estrógeno tiene un efecto protector antes de los 50 años y puede convertirse en un factor de riesgo después de esa edad o, posiblemente, después los 60 años. Estos hallazgos son relevantes para las mujeres que experimentan una menopausia precoz o temprana o mujeres que consideran la ooforectomía bilateral profiláctica antes de la aparición de la menopausia natural.
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