Epidemiología
Las grasas poliinsaturadas moderan la enfermedad coronaria
Reducir el consumo de ácidos grasos saturadas (AGS) es un hábito recomendado para disminuir la presencia enfermedad cardíaca coronaria (ECC), lamentablemente, no existe una evidencia importante de apoyo a través de ensayos controlados aleatorios (ECA) para los eventos de ECC clínicos y pocas guías clínicas se han centrado en algún nutriente específico de sustitución. Además, algunos grupos de salud pública recomiendan la reducción o limitación de las grasas poliinsaturadas (AGPI) como reemplazo potencial importante de las grasas saturadas.
Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH), Boston, Estados Unidos, analizaron sistemáticamente y cuantificaron los efectos del consumo de AGPI, como reemplazo de los AGS. Los ECA se identificaron mediante búsquedas sistemáticas de múltiples bases de datos en línea, además de las fuentes de literatura gris, búsqueda manual de artículos y citas relacionadas, y el contacto directo con expertos para determinar los ensayos potencialmente no publicados. Se aplicaron inclusiones y exclusiones, y los datos fueron extraídos de forma independiente y en duplicado por dos investigadores que incluyeron las características de la población, dietas de intervención y control, duración del seguimiento, tipos de eventos, relaciones de riesgo y errores estándar.
A partir de 346 resúmenes identificados, ocho ensayos cumplieron los criterios de inclusión, con un total de 13.614 participantes y 1.042 eventos de cardiopatía coronaria. El consumo medio ponderado de AGPI fue de 14,9% de la energía (rango 8,0% - 20,7%) en los grupos de intervención frente al 5,0% de la energía (rango 4,0% - 6,4%) en los controles. La reducción del riesgo total fue del 19% (RR = 0,81, intervalo de confianza del 95% [IC]: 0.70 - 0.95, p = 0,008), correspondiente al 10% de reducción para el riesgo de cardiopatía coronaria (RR = 0,90, IC del 95% = 0.83 - 0.97) por cada 5% de aumento de energía de AGPI, sin evidencia de heterogeneidad estadística (Q-P = 0,13 estadística; I2 = 37%). La Metarregresión identificó la duración del estudio como un determinante independiente de la reducción del riesgo (p = 0,017), con estudios de mayor duración demostrando mayores beneficios.
En conclusión, estos resultados sugieren que en lugar de tratar de reducir el consumo de AGPI, un cambio hacia una mayor ingesta de ácidos grasos poliinsaturados en lugar de AGS reduciría de manera significativa las tasas de enfermedad coronaria.
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