Obstetricia
Inducción electiva del parto reduce el riesgo de cesárea
Las tasas de inducción y de la inducción electiva del parto están aumentando en los Estados Unidos, desde el 9,5% de los nacimientos en 1990 al 22,1% en 2004. El trabajo de parto puede ser inducido a causa de la maternidad (por ejemplo, diabetes mellitus, patología cardíaca, enfermedad hipertensiva del embarazo) o fetal (preocupantes resultados en pruebas prenatales, restricción del crecimiento intrauterino). Inducir sin indicación médica se denomina inducción electiva del parto y parece estar aumentando incluso más rápidamente que la inducción del parto en su conjunto.
Investigadores de la Universidad de Stanford, San Francisco, Estados Unidos, compararon los beneficios y los daños de la inducción electiva del trabajo de parto versus el manejo expectante del embarazo, a través de la búsqueda bibliográfica en MEDLINE (hasta febrero de 2009), Web of Science, CINAHL, Registro Cochrane de Ensayos Controlados (hasta marzo de 2009), bibliografías de los estudios incluidos y revisiones sistemáticas anteriores. Dos autores resumieron el diseño del estudio, las características de los pacientes, los criterios de calidad y resultados, incluido la cesárea y la morbilidad materna y neonatal.
De 6117 artículos potencialmente relevantes, 36 cumplieron los criterios de inclusión: 11 ensayos controlados aleatorios (ECA) y 25 estudios observacionales. En general, el manejo expectante del embarazo se asoció con un mayor riesgo (R) de cesárea en comparación a la inducción electiva del parto (R: 1,22 [IC del 95%: 1,07 a 1,39]; diferencia de riesgo absoluto, 1,9 puntos porcentuales [IC, 0,2 a 3,7 puntos porcentuales]) en 9 ECA. Las mujeres con más de 41 semanas de gestación y manejo expectante tuvieron un mayor riesgo de cesárea (R: 1,21 [IC, 1,01 a 1,46]), pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa en mujeres con menos de 41 semanas (R: 1,73 [IC, 0,67 a 4,5]). Las mujeres bajo manejo expectante presentaron más probabilidades de meconio en líquido amniótico que las que fueron inducidas electivamente (R: 2,04 [IC, 1,34 a 3,09]).
En conclusión, la evidencia sugiere que la inducción electiva del parto a las 41 semanas de gestación o más se relaciona con una disminución en el riesgo de cesárea y de meconio en líquido amniótico. Estudios futuros deberán examinar este tipo de inducción en aquellos lugares donde se realiza la atención obstétrica.
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