Ginecología
Inducir el parto mejora resultados en embarazadas con trastornos hipertensivos
Aproximadamente entre el 6 y 8% de los embarazos se complican por la presencia de trastornos hipertensivos. Estos contribuyen de manera importante a la morbilidad y mortalidad materna y neonatal en todo el mundo. En los Países Bajos, estas condiciones son la principal causa de mortalidad materna, presentes generalmente después de las 36 semanas de gestación. La inducción del trabajo de parto se realiza para prevenir la aparición de complicaciones maternas y neonatales, tales como la eclampsia, el síndrome HELLP (hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y una baja de plaquetas), desprendimiento placentario, muerte de la madre y asfixia. Por el contrario, el procedimeinto puede aumentar el riesgo de parto vaginal instrumental y cesárea, y por tanto, la morbilidad y los costos adicionales.
Corine M. Koopmans (Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Groningen, Holanda) y colaboradores investigaron si la inducción del parto en mujeres con embarazo complicado por hipertensión gestacional o preeclampsia reduce la morbilidad materna. Se realizó un ensayo controlado aleatorio y multicéntrico en 38 hospitales de los Países Bajos, entre octubre de 2005 y marzo de 2008. Se incluyeron pacientes con embarazos de 36 a 41 semanas de gestación, que padecían de hipertensión gestacional o preeclampsia leve, las que se distribuyeron aleatoriamente en una proporción de 1:1 para recibir la inducción del parto o supervisión expectante. Los resultados incluyeron morbilidad materna (por eclampsia, síndrome HELLP, edema pulmonar, enfermedad tromboembólica y desprendimiento placentario), progresión a hipertensión grave o proteinuria y hemorragia post-parto (más de 1000 ml de pérdida de sangre). El análisis fue por intención de tratar y el efecto del tratamiento se presentó como riesgo relativo.
756 pacientes fueron asignadas a recibir la inducción del trabajo de parto (n = 377) o a vigilancia expectante (n = 379). 397 mujeres se negaron a la aleatorización pero autorizaron la utilización de sus registros médicos. De las aleatorizadas, 117 (31%) asignadas a la inducción presentaron resultados poco satisfactorios en comparación con 166 (44%) de las asignadas a vigilancia expectante (riesgo relativo: 0,71, IC del 95%: 0,59-0,86, p < 0,0001). No se reportaron casos de muerte materna o neonatal, o registros de eclampsia.
Finalmente, se concluye que la inducción del trabajo de parto se asocia con un mejor resultado, por lo tanto, este procedimiento se recomienda en mujeres con hipertensión leve y más de 37 semanas de gestación.
Temas Relacionados
