Pediatría
Prematuridad genera problemas de supervivencia y reproducción
El parto prematuro, que se define como el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación, es la principal causa de mortalidad infantil en el mundo industrializado después de las anomalías congénitas. Tanto la mortalidad como las significativas secuelas a largo plazo son desproporcionadamente más frecuentes entre los niños que nacen muy temprano. La discapacidad se da en el 60% de los supervivientes nacidos a las 26 semanas y en el 30% de los nacidos a las 31 semanas. Varios ensayos han investigado los problemas en el tiempo entre los supervivientes de parto prematuro, incluyendo enfermedad pulmonar crónica, la pérdida de audición y visión, y desventajas neurológicas. Sin embargo, la mayoría de estos estudios han evaluado desde el tamaño pequeño a moderado y las muestras se han centrado fundamentalmente en la salud durante la infancia. Además, las investigaciones de supervivencia se han limitado al período de la infancia y han utilizado el bajo peso al nacer como predictor en lugar de la prematuridad. Por otra parte, los estudios que han examinado los resultados a largo plazo en la adolescencia y adultez temprana han analizado los sobrevivientes de bajo peso al nacer limitándose a pequeños estudios de casos y controles. Poco se sabe sobre el riesgo de mortalidad y la salud general de los nacidos prematuros.
Docentes de la Universidad de Duke, en Durham, Estados Unidos, determinaron los efectos a largo plazo de los nacimientos prematuros en la supervivencia, reproducción y la próxima generación de partos prematuros. Los autores realizaron un estudio observacional y longitudinal, utilizando datos del registro de nacimientos para 1.167.506 nacimientos entre 1967-1988. La cohorte fue seguida hasta el año 2002 para la supervivencia. Las principales medidas de resultado se asociaron al género, edad gestacional al nacer, mortalidad absoluta, riesgo fetal e infantil, y mortalidad en la adolescencia, la incidencia y el riesgo de reproducción y la próxima generación de partos prematuros.
El porcentaje de prematuros fue mayor entre los varones (5.6%) que entre las niñas (4.7%). Los niños de pretérmino tuvieron un mayor riesgo de mortalidad durante toda la niñez. Para los niños nacidos entre las 22 y las 27 semanas, las tasas de mortalidad fueron 1.33% y 1.01% para principio y finales de la niñez, con riesgos relativos (RR) de 5.3 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 2.0-14.2) y 7.0 (IC del 95%, 2.3-22.0), respectivamente. La tasa de mortalidad de las niñas nacidas entre las 22 y 27 semanas fue de 1.71% para la primera infancia, con un RR de 9.7 (IC del 95%, 4.0-23.7). Durante las semanas 28 a 32, las tasas de mortalidad infantil para principios y finales de la infancia fueron 0.73% y 0.37%, con RR de 2.5 (IC del 95%, 1.6-3.7) y 2.3 (IC del 95%, 1.3-4.1), respectivamente. Las niñas nacidas a las 28 y 32 semanas no presentaron un peligro significativamente mayor de mortalidad en la niñez. La reproducción se redujo para los participantes nacidos prematuros. En los hombres y mujeres con 22 a 27 semanas, la reproducción absoluta fue del 13.9% y el 25%, con un RR de 0.24 (IC del 95%, 0.17-0.32) y 0.33 (IC del 95%, 0.26-0.42), respectivamente. Durante 28 a 32 semanas, la reproducción absoluta fue el 38.6% para los hombres y 59.2% para las mujeres, con RR de 0.7 (IC del 95%, 0.66-0.74) y 0.81 (IC del 95%, 0.78-0.85), respectivamente. Las mujeres prematuras, pero no los hombres, presentaron un mayor peligro de tener hijos prematuros.
En conclusión, las personas nacidas en parto prematuro se asociaron con una disminución a largo plazo de su supervivencia y reproducción.
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