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Se ha sugerido que el índice de masa corporal (IMC) se relaciona causalmente con la salud cardiovascular en la vida media y tardía, pero esto no se ha explorado sistemáticamente a edades más tempranas, ni con un fenotipo cardiovascular detallado.

Recall-by-Genotype (RbG) es un enfoque que permite la recolección de medidas fenotípicas precisas en estudios más pequeños, al mismo tiempo que mantiene el poder estadístico y la capacidad de inferencia causal.

En este estudio, utilizamos una combinación de análisis de regresión multivariable convencional, aleatorización mendeliana (RM, por sus siglas en inglés) y metodologías RbG de submuestra para estimar el efecto causal del IMC sobre la salud cardiovascular detallada y a nivel de grosor en participantes sanos a partir del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos a la edad de 17 años (N=1.420 - 3.108 para diferentes resultados) y a partir de una muestra independiente del mismo estudio de cohorte (para RbG) a la edad de 21 años (N=386 - 418).

Tanto en los análisis de RM como en los de RbG, los resultados sugirieron que un mayor IMC causa presión arterial más alta e índice de masa ventricular izquierda elevada en adultos jóvenes (p.e., diferencia en el índice de masa ventricular izquierda por 1 kg/m2 usando RM: 1,07 g/m2,7; IC del 95%: 0,62-1,52; P=3,87×10-06 y por 3,58 kg/m2 usando RbG: 1,65 g/m2,7; IC del 95%: 0,83-2,47; P=0,0001). Además, los resultados de la RbG sugirieron una función causal de un mayor IMC en un mayor volumen de accidente cerebrovascular (diferencia por 3,58 kg/m2: 1,49 mL/m2,04; IC del 95%: 0,62 a 2,35; p = 0,001) y gasto cardíaco (diferencia por 3,58 kg/m2: 0,11 L-min-1-m-1,83; IC del 95%: 0,03 a 0,19; p = 0,01), pero no hubo pruebas sólidas de una función causal en la resistencia vascular sistémica o la compliancia arterial total. Finalmente, ninguno de los análisis apoyó un papel causal de un IMC más alto en la frecuencia cardíaca.

En resumen, las metodologías complementarias de RM y RbG causal, junto con una gama de análisis de sensibilidad, sugieren que un IMC más alto es probable que cause peor salud cardiovascular, específicamente presión arterial más alta e índice de masa ventricular izquierda, incluso en los jóvenes. Un IMC más alto también resultó en un aumento del gasto cardíaco en el estudio de RbG, que pareció estar impulsado únicamente por el volumen del accidente cerebrovascular, ya que ni los análisis de RM ni los de RbG sugirieron un efecto causal del IMC sobre la frecuencia cardíaca. Estos resultados consistentes apoyan los esfuerzos para reducir el IMC desde una edad temprana para prevenir complicaciones cardiovasculares posteriores e ilustran el potencial para la resolución fenotípica con el poder analítico mantenido usando RbG.