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204

Introducción

El reflejo de la tos constituye un importante

mecanismo de defensa innato del sistema res-

piratorio puesto que permite la eliminación de

agentes extraños y esputo bronquial desde la

vía aérea. Su eficacia depende de la capacidad

funcional de los grupos musculares inspiratorios

y espiratorios, así como también, de las caracte-

rísticas anátomo-funcionales de la caja torácica

1

.

Existen diversas patologías que cursan con de-

terioro del mecanismo de la tos. En este contexto,

se ha observado en pacientes con enfermedades

neuromusculares (ENM) un compromiso severo

de la función de la tos, demostrado a través de

caídas significativas del flujo máximo de tos

(FMT), presión espiratoria (Pemax) e inspiratoria

máxima (Pimax). Esto constituye un factor de

riesgo importante para la generación de infeccio-

nes respiratorias, contribuyendo a incrementar

el deterioro en la calidad de vida y pronóstico

de este grupo de pacientes

2,3.

Por otra parte, se

ha descrito recientemente que los pacientes con

fibrosis quística poseen debilidad de los músculos

respiratorios y experimentan caídas en la fuerza

muscular inspiratoria una vez que son coloni-

zados por

Pseudomonas aeruginosa

, fenómeno

que se acentúa con las infecciones respiratorias

recurrentes a lo largo del curso clínico de la

enfermedad, constituyendo un factor de riesgo

potencial para el deterioro, a largo plazo, del

mecanismo de la tos

4-6

.

Diversas estrategias terapéuticas han sido

desarrolladas para optimizar el mecanismo de la

tos y mitigar las repercusiones de su deterioro.

En este ámbito, las técnicas de asistencia manual

y el empleo de dispositivos de tos asistida han

sido los métodos más efectivos para lograr una

adecuada depuración o

clearance

bronquial en

pacientes con debilidad muscular respiratoria

e hipersecreción bronquial en estado estable

7,8

.

Adicionalmente, el entrenamiento de los múscu-

los respiratorios ha sido empleado para mejorar

la función de los músculos inspiratorios y espi-

ratorios con resultados

exitosos tanto en sujetos

sanos como en pacientes con enfermedades res-

piratorias crónicas (ERC)

9-11

. Sin embargo, sus

efectos sobre la capacidad generadora de flujos

espiratorios forzados, aun son materia de estudio;

pese a aquello, el EMR se encuentra actualmente

recomendado en las guías nacionales de rehabili-

tación para niños con enfermedades respiratorias

crónicas

12

.

Considerando los discrepantes resultados

respecto al beneficio del entrenamiento muscular

respiratorio en pacientes con ERC, otras estrate-

gias de intervención han sido evaluadas, como la

electro-estimulación de músculos abdominales;

lo cual ha mostrado efectos positivos en pacientes

con lesión medular alta

13,14

. Resultados que mo-

tivan el desarrollo y profundización de esta línea

de investigación.

El efecto de un programa de entrenamiento

abdominal activo sobre la fuerza de los músculos

respiratorios y flujos espiratorios forzados no ha

sido reportado, razón por la cual, se hace necesa-

rio conocer el comportamiento de estas variables

posterior a un programa de entrenamiento loca-

lizado de fuerza abdominal, en una muestra de

adolescentes sanos, antes de iniciar el diseño de

un estudio clínico en pacientes con ERC.

Por lo precedentemente planteado, el objetivo

primario de este estudio es evaluar el efecto de

un protocolo de fortalecimiento de músculos ab-

dominales sobre la función muscular respiratoria

(Pimax, Pemax), flujo espiratorio máximo (FEM)

y flujo máximo de tos (FMT); el objetivo secun-

dario de este estudio es determinar la correlación

entre las variables de función respiratoria con el

nivel de fuerza de los músculos abdominales,

U de Mann Whitney, coeficiente de correlación de Pearson y test t-student para muestras pareadas.

Los resultados se expresan en promedios y desviación estándar. Se consideró significativo un valor

de p < 0,05. Ingresaron al estudio 17 sujetos (8 hombres y 9 mujeres), todos los sujetos realizaron

el protocolo completo. Posterior al protocolo los sujetos incrementaron en 21,7% el rendimiento del

sit-up test (p = 0,0001); la Pimax aumentó 16,5 cm H

2

O (+17,1%) (p=0.006), la Pemax aumentó 34,9

cm H

2

O (+50,2%) (p =0,0001). Por otra parte, el FEM aumentó 35,3 L/min (+8,3%) (p=0,003) y el

FMT aumentó 36,6 L/min (+9,1%). La fuerza de músculos abdominales no muestra correlación con

las variables de función respiratoria. Sólo FEM muestra correlación moderada con el FMT (r = 0,6;

p = 0,007) y Pemax (r = 0,59; p = 0,01). Se concluye que, en la muestra estudiada, se observan in-

crementos en la fuerza muscular respiratoria, FEM y FMT luego de un protocolo de entrenamiento de

músculos abdominales. No se observó asociación entre la fuerza muscular abdominal y las variables

de función respiratoria antes de iniciado el protocolo.

Palabras clave:

Entrenamiento muscular respiratorio, flujo espiratorio máximo, músculos respi-

ratorios, músculos abdominales, tos.

I. Rodríguez N. et al.