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de golosinas y jugos de fruta o gaseosas, adecuar los horarios de televisión u otras entretenciones,
reorientar el modo de relacionarse de la madre con su hijo en general y en especial durante los horarios
de alimentación, aliviar la tensión familiar y materna ante el niño que no come todo lo ofrecido que no
presenta problemas de crecimiento, proponer modificaciones dietarias si ellas se justifican.
El uso de fármacos estimulantes del apetito tiene poco fundamento y podría tener justificación
como una herramienta con un efecto placebo no bien evaluado hasta ahora: Ciproheptadina;
dihexazin, carnitina. No hay evidencias de efecto favorable con el uso de vitamina A, D, K, E, C,
folato, riboflavina, B
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, B
12
; existe asociación entre desnutrición y déficit severo de piridoxina (beri-
beri) y también una asociación entre déficit severo de ácido nicotínico (pelagra) y anorexia. En
nuestra realidad actual latinoamericana hay un bajo riesgo de deficiencia nutricional de vitaminas,
a menos que se trate de condiciones o enfermedades asociadas a este riesgo (ej.: Enfermedad
celíaca, fibrosis quística, dietas vegetarianas, uso de anticonvulsivantes).
2. Trastornos de la conducta alimentaria de la adolescencia
Es un conjunto de trastornos que se desarrollan a esta edad y que se pueden prolongar hacia la
vida adulta. Tienen una mayor prevalencia en estratos socioeconómicos medios y acomodados.
En las estructuras públicas de atención de salud ambulatoria se está instaurando un
programa de control del adolescente que incluye aspectos de ginecología, adicciones, imagen
corporal y alimentación. Ello exigirá la revisión de estrategias de intervención preventiva y
terapéutica con fundamento científico.
Anorexia nerviosa
Criterios diagnósticos DSM-IV-TR
1. Rechazo a mantener el peso corporal
≥
del límite inferior de normalidad en relación a edad y talla,
o falla en obtener un aumento de peso normal durante la adolescencia (>85% del peso promedio).
2. Miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
3. Alteración en percepción del peso o aspecto corporal, exageración de su importancia en la
autoevaluación o negación de los peligros del bajo peso corporal.
4. Presencia de amenorrea posmenarquia; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos
menstruales consecutivos.
Formas de presentación
a) Tipo restrictivo: Durante el episodio, la enferma(o) no recurre regularmente a atracones o a
purgas (p. ej.: provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).
b) Tipo compulsivo/purgativo: Durante el episodio, la enferma(o) recurre regularmente a
conductas compensatorias (p. ej.: provocación de vómito o uso excesivo de laxantes,
diuréticos, enemas o ejercicio).
Los criterios centrales para el diagnóstico durante la adolescencia son B y C. El temor intenso a
ganar peso puede no ser muy consciente al inicio del diagnóstico y la amenorrea puede no ser muy
evidente en las primeras etapas posmenarquia. Descrita por sobre los 10 años de edad, principalmente
en mujeres (incidencia en varones <5%); se da principalmente en estratos socioeconómicos altos.
Bulimia nerviosa
Formas de presentación
a) Purgativa: Durante el episodio, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes,
diuréticos y/o enemas en exceso.
b) No purgativa: Durante el episodio, el individuo emplea otras conductas compensatorias
inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse
vómitos ni usa laxantes, diuréticos y/o enemas en exceso.
Nutrición