

329
Coriza serohemática. Parches mucosos. Rágades y condilomas planos. Lesiones óseas:
Osteocondritis y epifisistis; periostitis de las falanges proximales (dactilitis). linfadenopatía
generalizada. Compromiso del sistema nervioso central: Alteración de LCR, meningitis.
Problemas oculares: Uveítis, glaucoma, coriorretinitis. Compromiso renal: Glomerulonefritis
o síndrome nefrótico. Otros: Neumonía alba. Miocarditis, pancreatitis, etc.
– Manifestaciones tardías o sífilis congénita tardía: Es aquella que se manifiesta después de
los 2 años de vida siendo más frecuente en la pubertad debido a la inflamación crónica de
los tejidos afectados. El cuadro clínico es similar a la enfermedad adquirida en el adulto e
incluye: Queratitis intersticial, formación de granulomas necrozantes (gomas), sífilis
cardiovascular (poco frecuente). Algunos casos pueden presentar secuelas (denominadas
estigmas) como: Sordera por compromiso VIII par, dientes de Hutchinson, molares de mora,
perforación del paladar duro, nariz en silla de montar, curvatura anterior de tibias (en sable),
hidrartrosis (articulación de Clutton), opacidades corneales, atrofia óptica.
– Neurosífilis: Se puede presentar tanto en etapa precoz como tardía con o sin manifestaciones
neurológicas.
Diagnóstico
El diagnóstico es complejo por el paso de anticuerpos IgG maternos (treponémicos y no
treponémicos) al feto, lo que dificulta la interpretación de los resultados serológicos.
El diagnóstico es el resultado del análisis de los antecedentes epidemiológicos maternos, serología
neonatal, examen físico del niño/a y las alteraciones de exámenes radiológicos y de laboratorio
I. Antecedentes epidemiológicos maternos
1- ITS de la madre y sus parejas/contactos sexuales, durante el embarazo actual o en
embarazos anteriores. 2- Ausencia de control de embarazo, o control irregular. 3- Abuso de
sustancias (alcohol, drogas, medicamentos, etc.). 4- Situación de riesgo social. 5- Inadecuada
evolución de la curva serológica materna. 6- Tratamiento inadecuado o incompleto de la
madre y sus parejas/contactos sexuales.
La gestante que recibió eritromicina u otro antibiótico se considera como inadecuadamente tratada.
II. Serología neonatal
Existen dos tipos de exámenes de laboratorio, que permiten realizar el diagnóstico de sífilis, los
no treponémicos, que se utilizan preferentemente como técnicas de tamizaje diagnóstico y para
seguimiento y los treponémicos, que se utilizan como medio de confirmación diagnóstica.
Pruebas no treponémicas:
a- VDRL (
Venereal Disease Research Laboratory
) mide anticuerpos IgM e IgG. Permite el
análisis cualitativo y cuantitativo de las muestras de suero y líquido cefalorraquídeo. Se
utiliza para monitorear el tratamiento ya que el VDRL a diferencia de otras técnicas, desciende
precozmente sus diluciones después del tratamiento adecuado del paciente. Actualmente
está disponible una técnica de microfloculación basada en el VDRL, que detecta anticuerpos
IgG e IgM, denominada USR (
Unheated Serum Reagin
).
b- RPR (
Rapid Plasma Reagin
). Detecta anticuerpos IgG e Ig M. Es importante recordar que las
diluciones de VDRL, USR y RPR no son equivalentes, ni comparables entre sí. Por lo anterior,
los pacientes sometidos a seguimiento deben ser controlados siempre con la misma técnica.
Pruebas treponémicas:
a- FTA-Abs. (
Fluorescent Treponemal Antibody Absorption
). Es una técnica de
inmunofluorescencia indirecta, tradicionalmente utilizada como examen confirmatorio de
sífilis. Requiere personal altamente entrenado y es operador dependiente. Se realiza en el
Centro Nacional de Referencia de la Red Asistencial, el ISP. Es un examen cualitativo que
se hace positivo como resultado del proceso infeccioso y permanece así por toda la vida.
Por lo tanto, esta técnica no se utiliza para el seguimiento del paciente.
Enfermedades infecciosas