

10
MITOS EN PEDIATRÍA: ALGUNOS EJEMPLOS EN LA ATENCIÓN CLÍNICA DIARIA
.
PREGUNTA AL ESPECIALISTA
.
Dr. Francisco Moraga Mardones, SubJefe Servicio de Pediatría
Complejo Hospitalario San Borja Arriarán
En la mayoría de los países del mundo, Chile
incluido, dentro del campo de la Pediatría,
muchas costumbres se han arraigado en el medio
familiar en relación con la atención y cuidados
del niño y siguen transmitiéndose de generación
en generación, siendo aceptadas sin objeción
alguna. Con distintos matices, las culturas
precolombinas, particularmente las culturas
azteca, maya, inca y araucana dentro del contexto
de América Latina, se destacan en este aspecto,
manteniendo aún muchas de estas costumbres.
Son las llamadas supersticiones, mitos, cuentos,
fábulas, invenciones, etc., que constituyen
hechos muy comunes del quehacer médico
infantil cotidiano, pero que, bajo una apariencia
lógica, pueden esconder graves errores.
También se les ha calificado como costumbres
pseudocientíficas, basadas, la mayor parte de
las veces, en hechos reales, que no han sido
estudiados con rigor y profundidad y que han
pasado a la categoría de dogmas, permitiendo
de esta manera que se emitan diagnósticos
incorrectos, que se apliquen medidas erróneas
y que se prescriban tratamientos inadecuados,
pudiendo ocasionar graves perjuicios a la salud.
Sin embargo, esto no ocurre sólo en el ambiente
familiar sino que a menudo se extiende hacia
el ámbito profesional llevando al Equipo
de Salud a incurrir en medidas inadecuadas
basadas en este conocimiento pseudocientífico,
sin el debido cuestionamiento que debiera
caracterizar al pensamiento profesional. Ejemplos
sobran, basta aludir al uso indiscriminado de
broncodilatadores en bronquiolitis o al uso de
polivitamínicos para el niño que no come. Como
la lista es enorme, esta revisión no pretende ser
exhaustiva, sino sólo la exposición de alguno de
los mitos que, a juicio del autor, se encuentran
más arraigados a nivel familiar y en el equipo de
salud, quedando para otra publicación continuar
con el análisis de otros de estos arraigados mitos.
MITO #
1
La madre que está dando pecho no puede
consumir alimentos “flatulentos” como cebollas,
ajos, repollo, bebidas gaseosas o chocolate.
Desde el momento en que se desconoce cual es
el mecanismo íntimo involucrado en la génesis
de los cólicos del lactante, se le ha atribuido,
entre otras posibilidades, a la dieta materna la
responsabilidad de su origen. Lo que si está
claramente establecido en el cólico infantil, es
su relación con problemas de comunicación
filial: falta de contacto físico, desapego y
escaso tiempo de contacto; cuando la curva
de incremento de peso es significativa podría
presentarse una sobrecarga de lactosa y, en
casos excepcionales, alguna alergia alimentaria,
especialmente a la proteína de leche de
vaca, podría tener manifestaciones semejantes.
De allí el origen probable de este mito: la
manifestación como cólico del lactante de cierto
tipo de alimentación materna. Por el contrario,
los estudios son enfáticos en demostrar que
la variedad de dieta materna, incluso desde
el ambiente intrauterino, expone al niño a
variedades de sabores y derivados nutricionales