Manejo de linfedema tras cáncer de cabeza y cuello
Publicación resume la evidencia sobre todas las modalidades terapéuticas para la complicación inflamatoria e identifica las principales brechas que deben abordarse a futuro.
A medida que las tasas de supervivencia del cáncer de cabeza y cuello continúan mejorando, hay una creciente atención en la mejora de la calidad de vida de los pacientes mediante la reducción de los efectos secundarios resultantes de la terapia anticancerosa. El linfedema es un efecto secundario común y bien estudiado en los tratamientos del cáncer de mama, genitourinario y ginecológico, que ocurre como resultado de la invasión directa del tumor, la radioterapia o la resección quirúrgica que interrumpe el drenaje linfático. Sin embargo, no se ha estudiado tan bien después de la terapia para el cáncer de cabeza y cuello (HNC, por sus siglas en inglés).
El objetivo de este estudio fue realizar una revisión sistemática que evaluara todas las modalidades de tratamiento establecidas del linfedema de cabeza y cuello como resultado de la terapia para el cáncer. Debido a que la terapia de la linfedema craneofacial representa desafíos únicos no abordados por las terapias de linfedema de las extremidades, se necesita una revisión y evaluación sistemática de las modalidades terapéuticas específicas de esta área para guiar el manejo clínico y la investigación adicional.
Para cumplir con el objetivo propuesto, los autores realizaron búsquedas en cuatro bases de datos electrónicas desde el inicio hasta septiembre de 2018. Se incluyeron Scopus (Embase), PubMed (Medline), Clinicaltrials.gov y las bases de datos Cochrane.
De un total de 492 resultados de búsqueda, 26 artículos cumplieron los criterios de elegibilidad para esta revisión. Estos incluyeron 14 estudios de cohorte, siete informes de casos, dos ensayos controlados aleatorizados, dos revisiones sistemáticas y una narrativa con un total de 1.018 sujetos. El grupo de drenaje linfático manual tuvo el mayor número de estudios y participantes, con menos estudios que investigaran el selenio, la liposucción y la anastomosis linfático-ovárica.
En suma, las pruebas de eficacia de todos los tipos de tratamiento del linfedema están limitadas por la escasez de ensayos controlados randomizados de gran tamaño. Aunque el drenaje linfático manual se ha estudiado mejor, la liposucción y las intervenciones quirúrgicas también han sido efectivos en un pequeño número de pacientes.
