Psiquiatría
La espiritualidad se relaciona con grosor de la corteza cerebral
Estos hallazgos indican que la importancia de la religión o la espiritualidad está unida a cortezas más gruesas a lo largo de los lóbulos cerebrales, sobre todo en las regiones donde se existe una corteza más delgada con endofenotipo morfológico de riesgo familiar para el trastorno depresivo mayor.
Se ha informado de un 90% menos de riesgo de depresión mayor en los hijos adultos de probandos depresivos quienes han concluido que la religión o espiritualidad eran muy importantes para ellos. Por otra parte, la frecuencia de asistencia a la iglesia no se vinculado significativamente con el peligro de depresión.
El grupo de investigación de Lisa Miller (Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia, Nueva York, Estados Unidos), determinó si adultos de elevado riesgo que reportaban alta importancia de la religión o la espiritualidad tenían cortezas más gruesas que aquellos con importancia moderada o baja, y si este efecto variaba según la situación de riesgo familiar. El estudio familiar, longitudinal y retrospectivo consideró a 103 adultos (de 18 a 54 años) que eran descendientes de segunda o tercera generación de individuos depresivos (alto riesgo familiar) o no depresivos (riesgo bajo) a partir de sus probandos (primera generación). El principal resultado a analizar fue el grosor cortical en las regiones parietales por estado de riesgo.
La importancia de la religión o espiritualidad, pero no la frecuencia de asistencia, se asoció con cortezas más gruesas en las regiones parietal, occipital izquierdo y derecho, el lóbulo frontal medial del hemisferio derecho y el cuneus y precuneus en el hemisferio izquierdo, independientemente del riesgo familiar. Además, los efectos de importancia en el grosor cortical fueron significativamente más fuertes en el grupo de riesgo elevado en comparación al de bajo riesgo, en particular a lo largo de la pared mesial del hemisferio izquierdo, en la misma región en la que ya se ha informado que una corteza más delgada está vinculada significativamente a la presencia de enfermedad depresiva. Estos hallazgos son correlacionales y por lo tanto no probarían una relación causal entre la importancia y el grosor cortical.
Finalmente, una corteza más gruesa asociada a una alta importancia de la religión o espiritualidad pueden conferir resistencia al desarrollo de la condición depresiva en personas con alto riesgo familiar de depresión mayor, posiblemente mediante la ampliación de una reserva cortical que contrarresta en cierta medida la vulnerabilidad que el adelgazamiento cortical plantea para la enfermedad depresiva familiar.
