Carne roja procesada como gatillante de demencia
Un consumo elevado de este tipo de carne se asocia con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Sustituir una porción diaria por frutos secos o legumbres podría reducir hasta un 19% este riesgo.
La ingesta de carne roja, especialmente la procesada, podría estar vinculada con el deterioro cognitivo, dado que se ha establecido una clara relación entre su consumo y un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, las cuales afectan la salud cerebral. Sin embargo, investigaciones anteriores han encontrado asociaciones inconsistentes.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, en EE. UU., examinó la relación entre el consumo de carne roja y varios resultados cognitivos.
Se realizó un estudio prospectivo que incluyó a 133.771 participantes (65,4% mujeres; edad promedio: 48,9 años) sin demencia, provenientes de dos cohortes en EE. UU.: el Nurses' Health Study (NHS) y el Health Professionals Follow-Up Study (HPFS). Las dietas de los participantes se evaluaron mediante un cuestionario semicuantitativo validado sobre la frecuencia de consumo de alimentos. Durante un seguimiento de 37 a 43 años, se registraron los casos incidentes de demencia. La función cognitiva se evaluó a través de entrevistas telefónicas, mientras que el deterioro cognitivo subjetivo fue reportado por los mismos participantes.
Las personas que ingerían carne roja procesada en cantidades de 0,25 porciones o más al día presentaron un riesgo 13% mayor de demencia (HR: 1,13), así como un aumento del 14% en el riesgo de deterioro cognitivo (RR: 1,14) en comparación con aquellos que consumían menos de 0,10 raciones diarias. Además, un mayor consumo de esta misma procesada se relacionó con un envejecimiento cognitivo acelerado, equivalente a 1,61 años por cada porción adicional consumida al día (IC 95%), y un deterioro de la memoria verbal de 1,69 años por el mismo incremento (IC 95%). En el caso de la no procesada, consumir una porción o más al día, en comparación con menos de 0,5 porciones, se asoció a un riesgo 16% mayor de deterioro cognitivo (RR: 1,16).
Sustituir una porción diaria de carne roja procesada por frutos secos o legumbres se vinculó con una reducción del 19% en el riesgo de demencia (HR: 0,81), lo que se traduce en 1,37 años menos de envejecimiento cognitivo y una disminución del 21% en el riesgo de deterioro cognitivo (RR: 0,79).
Los hallazgos indican que el aumento en el consumo de carne roja, especialmente la procesada, está relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Considerar la reducción de este tipo de carne en las pautas dietéticas podría ser beneficioso para fomentar la salud cognitiva. Sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para determinar si estos resultados son aplicables a poblaciones de diferentes orígenes étnicos.
Fuente bibliográfica
Long-Term Intake of Red Meat in Relation to Dementia Risk and Cognitive Function in US Adults
Li Y, et al.
Neurology 2025; 104:e210286
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