Cardiología
Compresión torácica sola es el mejor procedimiento de reanimación en pacientes con infarto
La reanimación cardiopulmonar (RCP) consiste en la compresión torácica más ventilación boca aboca realizada por personas presentes y es el elemento más importante en la cadena de supervivencia para la gente con paro cardiaco. Aunque la RCP mejora la probabilidad de supervivencia, varios informes han demostrado que en estos casos uno de cada tres pacientes colapsa. Los informes han identificado un recelo de las personas para dar la ventilación boca a boca, causado en parte por el miedo a la transmisión de enfermedades infecciosas, lo que finalmente impide realizar el procedimiento completo de RCP. Otra barrera a la reanimación cardiopulmonar es la complejidad de la técnica.
El estudio SOS-KANTO (Hospital Universitario Surugadai Nihon, Tokio, Japón) fue una investigación prospectiva, multicéntrica y observacional de pacientes con falla cardiaca extra-hospitalaria. En los lugares del accidente cardiaco, los paramédicos determinaron la técnica de reanimación y el principal objetivo de evaluación fue el resultado neurológico favorable 30 días después del infarto.
Se incluyeron a 4.068 pacientes adultos con falla cardiaca; 439 (11%) recibieron sólo reanimación cardiaca, 712 (18%) RCP convencional y 2.917 (72%) no recibió ningún tipo de RCP. Cualquier tentativa de reanimación, en comparación a ninguna forma de resucitación, estuvo asociada a resultados neurológicos favorables (5.0% versus 2.2%, p < 0.0001). La reanimación cardiaca sola dio lugar a una alta proporción de individuos con resultados neurológicos favorables cuando se le comparó con la RCP tradicional en pacientes con apnea (6.2% versus 3.1%; p =0.0195), con ritmos cardiacos anormales (19.4% versus 11.2%, p = 0.041), y con la reanimación que comenzaba dentro de los 4 minutos del paro cardiaco (10.1% versus 5.1%, p = 0.0221). Sin embargo, en los diferentes subgrupos, no se encontró ventaja alguna de la adición de ventilación boca a boca. El cociente ajustado de probabilidades para una función neurológica favorable después de aplicar la compresión torácica sola fue de 2.2 (IC del 95% 1.2 - 4.2).
En conclusión, la reanimación cardiaca sola es el mejor procedimiento de resucitación para los pacientes con infarto de miocardio acontecido fuera del hospital, especialmente en individuos con apnea, arritmias cardiacas o problemas respiratorios.
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