Oncología
Mastocitos agravan la psoriasis y algunos cánceres
La mayor parte de la investigación sobre los mastocitos se ha centrado en su rol respecto al asma y la alergia, pasando por alto su contribución a las respuestas inmunes adquiridas y naturales, más allá de aquellas mediadas por la IgE. Esta polarización se debe a la capacidad de las células cebadas de responder rápidamente y de manera multifacética al estímulo de dicha inmunoglobulina, liberando mediadores, citoquinas y quimiocinas. Desde hace algunos años, se les ha atribuido un papel más versátil, destacando un amplio espectro de funciones asociadas a la salud y a algunas enfermedades. Por ejemplo, en inmunidad innata, los mastocitos actúan como primera línea de defensa contra los patógenos invasores, en respuesta a los cuales se activan y liberan moléculas inflamatorias. Estas células también pueden ser críticas en el inicio y la severidad de ciertas enfermedades autoinmunes, por ejemplo, se ha demostrado que el desarrollo de la artritis inflamatoria inducida por anticuerpos es dependiente de mastocitos. Además, se ha observado que se acumulan en los tejidos tumorales generando gran interés ya que se reconoce la importancia de las interacciones entre las células inflamatorias y neoplásicas en la génesis tumoral.
Marie Fischer y su grupo de investigación (Departamento de Medicina, Instituto Karolinska, Estocolmo, Suecia) acaban de reportar una nueva manera de activar los mastocitos con CD30 que terminan liberando proteínas reguladoras de la exacerbación de las células inflamatorias. El estudio demostró que CD30 induce la síntesis y la secreción de las quimiocinas IL-8, de la proteína inflamatoria de macrófagos-1 alfa (MIP-1a) y de la MIP-1b, proceso que implica la vía MAPK/ERK. Los mastocitos fueron predominante positivos para CD30L en enfermedades inflamatorias crónicas de la piel, tales como la psoriasis y la dermatitis atópica, donde también se observó una sobre expresión de CD30 y CD30L. Además, el número mastocitos positivos para IL-8 se incrementó fuertemente en la piel de psoriasis y en la dermatitis atópica, así como también en cultivos de órganos sanos tratados con CD30.
En conclusión, la caracterización de la activación de mastocitos a través de CD30 demuestra un camino independiente a la IgE, lo que es de gran importancia para entender el complejo papel de las células cebadas en las enfermedades asociadas a los mastocitos y a la expresión de CD30. Estas patologías incluyen el linfoma de Hodgkin, dermatitis atópica y la psoriasis.
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