Psiquiatría
La reserva cerebral retrasa la manifestación clínica del Alzheimer
La hipótesis de la capacidad de reserva cerebral fue introducida hace casi 20 años para explicar la observación que la enfermedad de Alzheimer y sus síntomas clínicos no se correlacionan fuertemente. La inteligencia o la experiencia de la vida pueden proporcionar la reserva en la forma de habilidades que permiten que algunas personas atenúen los síntomas de la degeneración neuronal mejor que otras. Los estudios epidemiológicos, clínicos y neuropatológicos sugieren que la educación es un importante factor de tal experiencia. Recientemente se ha demostrado, por ejemplo, que la asociación entre la enfermedad y sus síntomas cognoscitivos se ve atenuada por el número de años de educación: pacientes mejor educados presentan mayores tasas de la enfermedad que lo predicho por su estado cognoscitivo. Los estudios de imagen también proporcionan la evidencia para la hipótesis de la capacidad de reserva cerebral. Al considerar el reducido flujo cerebral de la sangre y la tasa de utilización cerebral de glucosa (rCGMglc) como marcadores indirectos de la enfermedad de Alzheimer, pacientes con más años de enseñanza tienen un fuerte déficit en las regiones afectadas típicamente por la patología.
Psiquiatrías de la Universidad Tecnológica de Manchen en Alemania, con el objetivo de proporcionar evidencia adicional, utilizaron una sensible técnica para la evaluación indirecta de la debilitación cognoscitiva global y la severidad de la patología: Tomografía por emisión de positrones con FDG, (su sigla en inglés es FDG-PET). Noventa y tres pacientes con la enfermedad de Alzheimer y 16 controles sanos experimentaron una FDG-PET cerebral, a continuación se realizó un análisis de regresión lineal con la educación como variable independiente y la utilización de la glucosa como variable dependiente.
Según los resultados del estudio, el análisis de regresión demostró una fuerte asociación inversa entre los años de enseñanza cursados por los pacientes y el metabolismo de la glucosa en la corteza temporo-occipital posterior y en el precuneus del hemisferio izquierdo. Esta región forma una red cortical responsable de la integración de la información de diversas modalidades.
En conclusión, en línea con otros informes, los resultados sugieren que la educación está asociada a la capacidad de reserva del cerebro y que la gente con un nivel educativo más alto puede hacer frente al daño cerebral por un tiempo más prolongado, ya que la reserva cerebral enmascara el déficit cognitivo hasta casi llegado el momento del comienzo clínico de la demencia.
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