Odontología
La periodontitis crónica se agrava con el hábito de fumar
Fumar conlleva altos riesgos en la salud humana. En el Reino Unido, 12 millones de adultos lo hacen. La costumbre es responsable de 114.000 decesos cada año representando una de cada cinco muertes en el Reino Unido. La mayoría de estas muertes son por cáncer pulmonar, por enfermedad cardiaca y por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las principales patologías asociadas a la práctica. Desde la perspectiva oral, se ha establecido como causa para el cáncer bucal y faríngeo y es responsable del 75% de las muertes causadas por estas enfermedades. Durante los últimos 17 años, se han realizado numerosas investigaciones entre fumar y la enfermedad periodontal lo que ha proporcionado evidencia fundamental para establecer los efectos perjudiciales del hábito sobre los tejidos periodontales. Se asocia a mayores índices de pérdida alveolar del hueso y de pérdida de accesorios bucales; además ejerce un efecto enmascarador de los síntomas gingivales de la inflamación. El predominio y la severidad de la enfermedad periodontal en aquellos que han dejado el hábito disminuyen comparado con los fumadores, proporcionando información que la cesación parece ser muy beneficiosa. Además, los fumadores predominan entre los pacientes refractarios que son resistentes al tratamiento convencional. También se ve deteriorado el resultado de la terapia periodontal quirúrgica, muy probablemente por la interferencia directa en el proceso curativo.
En vista de la ventaja que involucra no fumar en individuos con periodontitis crónica, el objetivo de este proyecto (realizado por odontólogos de la Universidad de Newcastle, Reino Unido) fue evaluar el papel del equipo dental en la cesación del hábito dentro una cohorte de pacientes con enfermedad periodontal. Se incluyeron 49 fumadores con la anomalía dental y todos recibieron el manejo periodontal y el consejo para dejar de fumar. Algunos también recibieron terapia de reemplazo de la nicotina y/o bupropion. La recomendación de cesación era dada en cada visita en la cual el tratamiento periodontal se realizaba. El estado de la costumbre se registraba a los tres, seis y 12 meses y se confirmaba con el monitoreo del monóxido de carbono (CO) y análisis salivales de cotinina.
El 41%, 33%, 29% y el 25% de los pacientes dejaron de fumar en la cuarta semana, a los tres meses, a los seis y a los 12, respectivamente. El género, la edad, la presencia de otro fumador en casa y el hábito al inicio de la investigación no representaron predictores significativos del éxito para eliminar el tabaquismo (P > 0.05). Los niveles de CO al inicio estuvieron significativamente asociados a dicho éxito, sin embargo, eran perceptiblemente más altos en aquellos individuos que continuaban fumando en comparación con los que abandonaron la costumbre a la semana cuatro, al tercer mes y al sexto (P < 0.05).
En conclusión, el éxito de las recomendaciones para parar dejar el tabaquismo seguido de la cesación puede representar un efecto importante dentro del tratamiento periodontal incluso comparado con las favorables tasas alcanzadas en clínicas especializadas para manejar la adicción. Los odontólogos tienen una función crucial en el cese del nicotismo mediante instrucciones y consejos, particularmente en los pacientes con periodontitis crónica.
Fuente bibliográfica
Br Dent J. 2006 Mar 11; 200(5):272-5