Salud pública
Riesgo de enfermedad cardiovascular disminuye después de dejar de fumar
El tabaquismo es un factor de riesgo importante para el desarrollo y la progresión de la enfermedad cardiovascular. Las personas fumadoras están asociadas a niveles crecientes de marcadores inflamatorios y a una acelerada aterosclerosis. Pocos estudios han examinado el impacto del cese del hábito sobre los niveles de los marcadores que participan en los procesos inflamatorios. El grado y la tasa en los cuales la inflamación decae después de dejar de fumar son inciertos. También sigue siendo confuso si los agentes de riesgo tradicionales pueden explicar adecuadamente la declinación observada del riesgo cardiovascular después de haber dejado de fumar. El Dr. Arvind Bakhru, de la Universidad de Rochester (Nueva York) y Thomas Erlinger, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Maryland), estudiaron los datos de 15.489 individuos que habían participado en la Tercera Encuesta Nacional sobre Salud y Nutrición norteamericana (NHANES III, por sus siglas en inglés), para así analizar la asociación entre el hábito de fumar, los niveles de marcadores inflamatorios y los tradicionales factores de riesgo cardiovasculares.
En detalle, se examinaron los cambios de la proteína C-reactiva, los leucocitos, la albúmina y el fibrinógeno. Los marcadores inflamatorios demostraron una relación dosis dependiente y temporal con el fumar y el dejar de fumar. Tanto los factores tradicionales de riesgo cardiovascular y los niveles inflamatorios mejoraron con una menor intensidad del hábito. A medida que aumentaban los años desde el cese, los marcadores inflamatorios tardaron algo más en regresar a sus valores normales que los marcadores tradicionales de riesgo cardiovascular.
En conclusión, los marcadores inflamatorios pueden ser indicadores precisos de la enfermedad aterosclerótica. Los marcadores vuelven a los niveles basales después de dejar el tabaco, consistente con el marco de tiempo asociado a la reducción del riesgo cardiovascular observada en los estudios MONICA (Monitoring Trends and Determinants in Cardiovascular Disease) y Northwick. Los resultados sugieren finalmente que el componente inflamatorio de la enfermedad cardiovascular que resulta del fumar es reversible con una exposición reducida al tabaco o la cesación del hábito.
Fuente bibliográfica
PLoS Med. 2005 Jun; 2(6):e160