Psiquiatría
Sobrevivientes de un AVE son más depresivos
Las microhemorragias cerebrales (MHC) son frecuentes en sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares y en ancianos. Sin embargo, se desconoce la importancia clínica de las hemorragias lobares en el desarrollo de la condición psiquiátrica después de un derrame cerebral.
Este estudio (Departamento de Psiquiatría del Hospital de Shatin, en Hong Kong), examinó la asociación entre la depresión posterior al accidente cerebrovascular (PSD, post-stroke depression) y la presencia de microhemorragias cerebrales. Se consideró una cohorte de 235 pacientes con ictus lacunar agudo ingresados en un hospital universitario de Hong Kong. Tres meses después del ACV, se aplicó una escala validada de 15 ítems para la depresión geriátrica. La PSD se definió como una puntuación en la escala de depresión genética superior a 7, y la presencia y ubicación de la microhemorragia cerebral se evaluaron mediante resonancia magnética.
En comparación con el grupo no PSD, los pacientes con PSD eran más propensos a tener una MHC lobar (33,3% versus 19,9%, p = 0,022). La MHC lobar permaneció como predictor independiente de depresión posterior al accidente cerebrovascular en el análisis multivariado, con un riesgo de 2,08 (P = 0,032).
En conclusión, los resultados sugieren que la microhemorragia cerebral lobar juega un papel destacado en el desarrollo de depresión posterior al accidente cerebrovascular. Por lo tanto, sería de gran importancia investigar más fondo el efecto de las MHC en la patogénesis de la depresión en sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares y en la población anciana.
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