Obstetricia y Ginecología
Perder peso favorece el control de la incontinencia urinaria en mujeres
La incontinencia urinaria es un problema de salud importante para las mujeres, afecta a más de 13 millones de mujeres en los Estados Unidos, y tiene un profundo efecto negativo en la calidad de vida. Dependiendo del tipo de incontinencia, la formación muscular de la vejiga, los tratamientos farmacológicos, podría considerarse la cirugía. La obesidad ha demostrado ser un fuerte factor de riesgo para la incontinencia y varios estudios han sugerido que la pérdida de peso puede reducir el descontrol de la vejiga.
Rena R. Wing y colaboradores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Brown, en Rhode Island, Estados Unidos, examinaron la relación entre la magnitud de la pérdida de peso y cambios en frecuencia para la incontinencia urinaria. Mujeres con sobrepeso y obesas (N = 338) con 10 o más episodios de incontinencia urinaria por semana fueron asignadas aleatoriamente a un programa de pérdida de peso intensivo durante 6 meses seguido de un esquema de mantenimiento durante 12 meses (grupo de intervención; n = 226) o a un programa educativo estructurado (control, n = 112). Ambos grupos se combinaron para examinar los efectos de la baja de peso sobre los cambios de la incontinencia urinaria mediante evaluaciones diarias cada 7 días, la prueba de la almohadilla y auto-reportes.
En comparación con las participantes que aumentaron de peso (de referencia), las que perdieron entre 5% a un 10%, o más 10% de su peso corporal, presentaron un porcentaje significativamente mayor de reducción en los episodios de incontinencia urinaria y tenían más probabilidades de lograr al menos un 70 % de reducción en la frecuencia del total de episodios de incontinencia y urgencia urinaria a los 6, 12 y 18 meses. La satisfacción estuvo relacionada con la magnitud de la baja de peso, aproximadamente el 75% de las mujeres que perdieron entre el 5% y 10% de su peso corporal reportaron estar moderadamente o muy satisfechas con los cambios de frecuencia.
La investigación concluye que pérdidas de peso entre el 5% y el 10% son suficientes para generar importantes beneficios en la incontinencia urinaria. Así, bajar de peso debe ser considerado como tratamiento inicial para la incontinencia en mujeres con sobrepeso y obesas.
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