Infectología
Profilaxis con oseltamivir controla los brotes de H1N1
El virus de la gripe A (H1N1) del 2009 se ha propagado rápidamente en todo el mundo, a pesar de los intentos iniciales de contención mediante el cribado, aislamiento y cuarentena. Muchos países se trasladaron rápidamente a la fase de mitigación después de haber detectado el brote, afectando servicios esenciales, especialmente sectores de salud y educación. Por ejemplo, México, el primer país perjudicado, cerró todos los grandes servicios públicos durante una semana para detener la transmisión vírica. A pesar que las vacunas pandémicas están disponibles, problemas de acceso perjudican los resultados de protección.
Este estudio (universidades de Singapur y de Canberra, Australia) presenta la eficacia de la quimioprofilaxis en anillo (contención geográficamente específica por medio de profilaxis) con oseltamivir para el control de los brotes de influenza H1N1 en entornos semicerrados. Todo personal con sospecha de infección fue evaluado y clínicamente aislado si la infección era confirmada. Además, se administró quimioprofilaxis en anillo post-exposición con oseltamivir y los afectados se separaron de las unidades militares. A todos se les evaluó tres veces a la semana para la infección virológica (por medio de frotis nasofaríngeo y reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa) y para los síntomas clínicos (por medio de cuestionarios).
Un total de 1175 pacientes se encontraban en riesgo, y de ellos, 1.100 recibieron profilaxis con oseltamivir. 75 personas (6,4%) estaban infectadas antes de la intervención, y 7 (0,6%) después de la intervención. Hubo una reducción significativa del número total de reproducción (el número de nuevos casos atribuibles al primer caso), de 1,91 (intervalo de confianza del 95%, 1,50 a 2,36) antes de la profilaxis en 0,11 (intervalo de confianza del 95%, 0,05 a 0,20) después de la intervención. Tres de los cuatro brotes mostraron una reducción significativa en la tasa de infección posterior al fármaco. El análisis molecular reveló que los cuatro focos derivaron de la cepa Nueva York de 2009 y que los casos dentro de cada brote se debieron a la transmisión y no a los episodios de infección. De los 816 individuos tratados con oseltamivir encuestados, 63 (7,7%) reportaron efectos leves (no respiratorios), sin presencia de eventos adversos graves.
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