Vejez saludable
Actividades de ocio disminuirían riesgo de sufrir demencia en el adulto mayor
La participación habitual en actividades tales como lectura recreativa, juegos de salón, interpretación de instrumentos musicales, baile y deportes, permitiría mantener una reserva cognitiva suficiente, que jugaría un papel protector frente a la demencia senil.
Esta asociación ya había sido estudiada anteriormente, sólo faltaba establecer la relación entre la frecuencia y el nivel de reducción de éste riesgo.
En la revista New England Journal of Medicine del 19 de junio de 2003, investigadores del “Albert Einstein College of Medicine”, Bronx, New York, publicaron los resultados de “The Bronx Aging Study”, estudio prospectivo cuyo objetivo fue determinar la relación entre el riesgo de demencia y la realización de actividades de ocio en el anciano.
Se proyectó este estudió a 21 años de seguimiento desde 1980 a 2001. Entre 1980 y 1983 se enroló a 488 voluntarios, cuyas edades fueron entre 75 y 85 años, todos residentes en la comunidad. Se excluyó a quienes tuviesen impedimento visual o auditivo severo, con enfermedad de Parkinson, enfermedad hepática, alcoholismo o enfermedad terminal. El seguimiento se realizó cada 12 a 18 meses. En 1992, 73 sobrevivientes participaban aún en el estudio.
Se registró la frecuencia de la participación en actividades de ocio al ingreso en el estudio, y se llevaron a cabo valoraciones con escalas sobre actividad física y cognitiva cuyas unidades de medida eran los días de actividad por semana. Los resultados se corrigieron en función de edad, sexo, nivel educativo, presencia o ausencia de enfermedad médica crónica y estado cognitivo al comienzo del estudio.
Se llevó a cabo un seguimiento promedio de 5.1 años, durante los cuales desarrollaron demencia 124 voluntarios (61 con enfermedad de Alzheimer, 30 con demencia vascular, 25 con demencia mixta y 8 con otros tipos de demencia).
Entre las actividades de ocio, las que se asociaron a un menor riesgo de demencia fueron la lectura, los juegos de salón, la interpretación de instrumentos musicales y el baile. Esta asociación se mantuvo después de la exclusión de los pacientes con posible demencia preclínica en el reclutamiento.
Esta observación parece ser, además, independiente al nivel educacional o intelectual, la que puede influir en la selección de la actividad.
Una de las conclusiones de los investigadores indica que, participar en actividades de ocio, podría ser un marcador conductual que promueve la salud, principalmente las actividades cognitivas más que las físicas. Quizás la poca participación en este tipo de actividades sería un indicador temprano de demencia, que precede a la declinación en los tests cognitivos.
Los autores concluyen que participar en actividades de ocio cognitivas estaría relacionado con una reducción del riesgo de desarrollar demencia, tanto Alzheimer como demencia vascular. Siendo esta reducción dependiente a la frecuencia de las mismas.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med 2003; 348(25):2508-16