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de los pacientes, probablemente no vendrá

del descubrimiento de nuevas terapias, sino

del descubrimiento de cómo conseguir que se

apliquen las terapias que ya se saben que

son efectivas”.

De acuerdo a estudios recientes se han diseñado

protocolos guiados por objetivos que incluyen

medidas terapéuticas que han demostrado ser

eficaces: hipotermia terapéutica inducida leve y

revascularización precoz (cuando esté indicada

en niños) con los cuales se ha logrado mejorar

pronóstico y condiciones neurológicas post paro.

En Chile se está realizando un estudio

experimental, multicéntrico, de comparación de

efectividad y seguridad entre la aplicación de

hipotermia terapéutica con un sistema servo

controlado versus medidas físicas, en el manejo

del Síndrome Post Paro Cardiorrespiratorio en

pacientes pediátricos, este estudio está liderado

por el Dr. Mauricio Yunge Bertini

(myunge@clc.cl

)

de la Clínica las Condes y participan en él médicos

de Hospitales y Clínicas de Chile, Argentina,

Uruguay, España, País Vasco, Portugal e Italia.

DEFINICIÓN

El SPP es una entidad clínica única que se

produce como consecuencia de la aplicación

de maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar

(RCP), que consiguen la recuperación efectiva

de la circulación en una víctima de paro

cardiorrespiratorio.

La intensidad y la gravedad de las

manifestaciones clínicas de este síndrome

guardan proporción directa con la duración del

intervalo paro cardiorrespiratorio - recuperación

circulación efectiva y con el tiempo de PCR sin

recibir RCP, si la recuperación de la circulación

efectiva se consigue rápidamente tras el comienzo

del PCR, el SPP podría no ocurrir.

Siendo los cuidados tras la recuperación de la

circulación un eslabón más de la RCP, ILCOR

ha propuesto este nuevo término: síndrome

postparo”.

DESCRIPCIÓN

El SPP se inicia con un episodio precipitante

(la causa del PC, un síndrome coronario agudo,

asfixia) que produce isquemia corporal global,

seguida de una RCP exitosa que consigue la

recuperación de la circulación efectiva (RCE),

lo que origina una reperfusión corporal global y

produce daños adicionales sobre múltiples tejidos

y órganos.

Este síndrome tiene los siguientes componentes

claves sobre los que hay que aplicar todos los

esfuerzos:

1.-

Persistencia de la enfermedad precipitante, es

fundamental su manejo lo más precoz posible.

2.-

Daño cerebral post paro secundario a la isquemia

y potenciado por la generación de radicales libres

de oxígeno y la pérdida de la autorregulación

cerebral, con lo que la presión de perfusión pasa

a depender directamente de la presión arterial

sistémica. Ésta es la principal causa de muerte

según la mayoría de los estudios.

3.-

Daño miocárdico post paro, con “aturdimiento”

miocárdico muy importante y disfunción sistólica y

diastólica, producidapor deplecióndedepósitos de

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