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Marzo
2015.
Volumen
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que concitan las reuniones de la especialidad,
independiente de los años de desempeño en
pediatría y broncopulmonar. Este aspecto parece
digno de destacarse al considerar que la
subespecialidad nació hace alrededor de
40
años
íntimamente ligada con las manifestaciones de
tuberculosis en los niños, que en aquellos años
causaba estragos, sobre todo el compromiso
meníngeo. Fue así como personalidades brillantes
en el campo de la pediatría general se vieron
atraídos hacia el conocimiento de la especialidad,
siendo los formadores de nuevas generaciones,
entre ellos y sin desconocer la presencia de
muchos otros, debemos mencionar a los Drs. Raúl
Matte Larraín, Gustavo Ross Bravo, Sergio Ibáñez
Quevedo quienes se desempeñaron en dicho
Sanatorio y de ellos el primero llegó a ser su
Director inicial. El Dr. Roberto Infante Yávar, Jorge
Peña Cereceda y Rodolfo Burdach Weil (estos tres
últimos pertenecientes al Hospital Arriarán y el
Dr. Infante Yávar también fue Director del Sanatorio
Josefina Martínez de Ferrari). El Dr. Peña Cereceda,
que también se desempeñaba en el Sanatorio Los
Guindos (comuna de Ñuñoa alto) se distinguió,
cuando aún no germinaba la especialidad, por
el importante número de publicaciones relativas
de lo que en el futuro sería la Especialidad de
Broncopulmonar, especialmente Tuberculosis,
vacuna BCG, primeros tratamientos anti TBC
con Isoniacida y Estreptomicina, atelectasia y
neumonía complicada. Ellos dieron gran parte
de sus conocimientos y esfuerzos en los inicios
y desarrollo de la subespecialidad. Los Drs.
Infante Yávar y Burdach Weil, fueron destacados
especialistas del Hospital Manuel Arriarán,
logrando ambos el reconocimiento de la Pediatría
Chilena a través del Premio Julio Zwcharzemberg
Löbeck (que en su primera oportunidad se le
otorgó al Dr. Infante Yávar). El Dr. Sergio Ibáñez
Quevedo, gran amigo de nuestro maestro,
Dr. Burdach, se traslada desde el sanatorio a
trabajar al Hospital Luis Calvo Mackenna, para
llegar solo debía atravesar la calle Antonio Varas
(vivía justo al frente del hospital). Importante
rol le cupo en dicho hospital en el desarrollo de
la especialidad y creación de equipos.
En sus inicios, en los diversos hospitales de
Santiago y también en el Hospital Arriarán, la
tuberculosis ocupaba gran parte del tiempo
dedicado a la especialidad, aunque la neumonía
supurativa, el empiema pleural, la neumonía
estafilocócica post sarampión, la laringitis diftérica
y por sarampión (incluidas las traqueotomías
obligadas en sus formas más graves), el cuerpo
extraño en vía aérea poco a poco emergían como
patologías que reemplazarían a la TBC.
En la década de
1930
, Chile tenía una de las tasas
de mortalidad infantil informada más altas del
mundo. En el período neonatal, la prematuridad
y sus complicaciones, las infecciones congénitas,
el trauma obstétrico. En la mortalidad infantil
tardía, la desnutrición, síndrome diarreico,
enfermedades infectocontagiosas se hacían cargo
de ello. Las complicaciones de las neumonías,
sobretodo post sarampión y en el desnutrido,
colaboraban con este índice, llegando hasta una
letalidad específica de
28
%. En octubre de
1937
,
el Dr. Santiago Muzzo, señalaba en la Revista
Chilena de Pediatría (año VIII, Nº
10
) “El
vaciamiento oportuno a través de un drenaje en
la pleuresía purulenta, representa ventajas. Ya sea
con el método de Buleau (trocar y tubo de goma)
o de Perthes (incisión en la piel, uso de trócar y
sonda nelathon Nº
16
a
18
) conectando la sonda
a un aparato de succión suave”. En diciembre de
1937
, el Dr. César Izzo Parodi, creador del primer
Servicio de Urgencia Infantil en América Latina,
señalaba “Cada empiema es un problema que varía