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5

Diciembre

2010.

Volumen

9

-

N

°

43

1

enfermera mayor con...............$

100

anuales

4

enfermeras subalternas con....$

80

anuales

4

enfermeras ayudantes con......$

60

anuales

1

despensera con ......................$

50

anuales

2

cocineras con .............................$

100

anuales

1

portero con .................................$

50

anuales

4

sirvientes de la calle con.............$

25

anuales

y el gasto por enferma se calculó en tres

reales.

Reunidos todos los antecedentes la Junta

de Temporalidades dictó el

18

de agosto de

1772

el auto de aplicación del noviciado a

hospital de mujeres.

En el mismo auto, cuyas disposiciones pueden

consultarse en los documentos que se anexan,

se aplicaron al nuevo hospital la mitad de la

hacienda de Bucalemu que redituaba anualmente

8.451

pesos y

2

reales (la otra mitad se destinó

a la dotación de seminarios), la finca de Ñuñoa,

la hacienda de Pudahuel, el molino que los

jesuitas tenían en la Cañada cerca de la calle

San Diego, la renta de una propiedad que la

piadosa vecina Doña Josefa Lobo había

donado a los Jesuitas a fin de que con ella

se costeasen las festividades del Corazón de

María en el Noviciado, y, por último, gran parte

de la botica de los regulares expulsos.

En virtud de lo dispuesto, en este auto de

aplicación el Gobernador designó ese mismo

año a Don Luis de Zañartu, mayordomo del

nuevo Hospital Real de San Francisco de Borja

iniciando sus servicios en

1782

.

Sin embargo, a él le correspondió en agosto

de

1777

tomar posesión del colegio, fondos

y demás arbitrios asignados al hospital de

San Borja. Desde esta fecha, nada se hizo por

efectuar los trabajos necesarios a la habilitación

del Noviciado y si no hubiera promediado el

acicate de una gravísima epidemia ocurrida en

el país en

1779

, en que se encontró invadido

al mismo tiempo que por la viruela por el tifus

exantemático (tabardillo y chavalongo) es posible

que hubiera llegado el siglo XIX sin que las

mujeres hubieran contado con hospital propio.

La epidemia provocó tal alarma que todas las

autoridades cooperaron a la instalación de

hospitales provisionales, mientras se realizaban

los trabajos de reparación del Noviciado, bajo

la dirección de Don Diego Portales. Terminados,

el edificio fue puesto a la disposición de la

hermandad del hospital que había sido creada,

por el mismo auto de aplicación, para su cuidado.

Don Luis de Zañartu fue reemplazado por el

Ilustre vecino Don Diego Portales, abuelo del

célebre Ministro de los primeros años de la

República, en vista de la acertada cooperación

que había prestado al nuevo establecimiento.

Junto con nombrarse mayordomo a Don Diego

Portales, se realizó la designación del primer

médico del Hospital en la persona de Don José

Ríos, médico que había tenido una destacada

actuación en el combate de las epidemias de

viruela y tifus exantemático, prestando sus

servicios en la enfermería provisional de la

Casa de Huérfanos.

Las mujeres fueron trasladadas desde San Juan

de Dios a comienzos de

1782

.

El Hospital se había proyectado con

50

camas

y éstas quedaron instaladas en las salas de