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abril

2016.

Volumen

15

-

N

°

63

mate, aunque más de alguna vez también chicha

de manzana, ronpon o mistela.

Otra manera de integrarnos a la comunidad fue a

través de la participación en el Club de Pumas local,

asociación de juego de pin pon, incorporación al

conjunto de música de Calbuco y al campeonato

de football. En Calbuco sólo se jugaba Basket

ball en la cancha techada del Gimnasio comunal.

Por interés y motivación personal, creé y

presidí la asociación de Baby football local,

generando 6 equipos (hospital, magisterio,

bancarios, municipalidad, Indap y carabineros).

De ese momento en adelante el Baby football

sería el deporte techado por excelencia.

Nuestros contactos con el hospital San Francisco

de Borja de Santiago, permitieron establecer un

convenio docente asistencial,

pudiendo contar

con alumnos, internos, becados chilenos y

extranjeros (Cuba, Colombia, Estados Unidos).

Ello nos permitió participar en las tareas docentes.

Muchos de estos internos posteriormente

volvieron al mismo Calbuco u otro hospital de

la Región como Médico General de Zona. Entre

ellos el Dr. Andrés Yuricic, hijo del Dr. Bogoslav

Yuricic, creador del Programa de MGZ.

Estábamos tan entusiasmados con nuestra labor,

que no percibimos el

clima de beligerancia y

división del país.

De tal modo que ya bastante

transcurrida la mañana del

11

de septiembre

de

1973

, supimos que había habido un golpe

de estado en el país y que la conducción del

gobierno había sido asumida por los militares.

La visita del Jefe de plaza, General Sergio Leigh

Guzmán (hermano del integrante de la Junta de

gobierno), nos ubicó claramente en lo que venía.

Luego de un corto período de planificación,

seguimos trabajando casi igual que siempre. El

hospital y su equipo gozaban de un prestigio

ganado con esfuerzo y perseverancia.

Dado que no estaban permitidas las actividades

de grupo y ya transcurridas algunas semanas,

acogiendo la sugerencia de los colegas me

comuniqué con el Jefe de Plaza de Calbuco

(Comisario Carrasco en grado de Mayor). Con el

mayor respeto le solicité nos permitiera reiniciar

nuestras partidas de naipes (en esa época el

“poto sucio” y la “podrida”). El mayor Carrasco

nos otorgó el permiso, aunque con una condición:

También quería integrarse a dichas partidas.

Por diversas razones, Calbuco fue privilegiado en

ese período turbulento. Solo fue exonerado el

Director del hospital, quien pudo hacer su beca

de perfeccionamiento en Oncología en Santiago.

Hoy, radicado en España, fue Director del hospital

de Valencia por varios años. Al año siguiente

(

1974

), el Dr. S. Aitken retornó a Santiago a hacer

una beca de Obstetricia. Previo a su partida,

en

1972

, había llegado el Dr. Hugo González

Dettoni, quien era un excelente médico clínico

con inclinaciones hacia la Medicina Interna.

Siendo Director del hospital, un día viernes,

una madre agradecida por haber recuperado

la salud de su hijo, me llevó una gallina viva.

Otro paciente me había llevado el mismo día un

chuico de chicha de manzana. Ambos quedaron

olvidados en la oficina de la Dirección. Al llegar

el día lunes me llevé una gran sorpresa. El

chuico de chicha había fermentado y saltado el

corcho y derramado en el piso. La gallina con

hambre y sed, bebió lo único que tenía a su

alcance (la chicha de manzana). Borracha a más

no poder y con diarrea, despreocupadamente

se hizo en toda la correspondencia dispersa en

la oficina (especialmente los confidenciales),

quedando literalmente “la gran cagada”.

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